En Juntos por el Cambio vislumbran un escenario complejo en la Provincia de Buenos Aires de cara a las elecciones del 2023.
Dos elementos se conjugan: el factor "libertario" y la inexistencia de un balotaje como ocurre a nivel nacional que permita una instancia "ordenadora" de acuerdos electorales.
Traducido: Javier Milei, si tiene candidatos propios en la Provincia, morderá votos que podrían ir al postulante a gobernador de Juntos por el Cambio. La oposición bonaerense sabe que no hay margen para filtración. El peronismo unido es muy competitivo en tierras bonaerenses.
Por eso, recientemente, el intendente de Tres de Febrero, Diego Valenzuela, pidió "creatividad electoral" a los armadores nacionales y provinciales de su espacio. Cree que los precandidatos nacionales deben hacer un "esfuerzo extra" en la Provincia de cara a las elecciones generales del 2023. Y entiende que debe haber una estrategia unificada en suelo bonaerense.
Esa "estrategia unificada" no significaría la inexistencia de una PASO donde ya hay varios anotados (Ritondo, Santilli, De la Torre, Grindetti, Abad), sino una coordinación temática que permita ir hacia la elección general con una agenda liberal y más halcona para disputarle (o negociar) el voto a Milei.
Valenzuela, de hecho, pide incorporar las ideas de Milei al debate interno de Juntos por el Cambio, e incluso se entusiasma con que el actual diputado desista de tener un candidato propio en la Provincia. Empezará a sonar desde Juntos por el Cambio un discurso de chantaje idológico hacia el posible votante libertario: "Si votás al candidato de MIlei en Provincia, gana Kicillof".
Milei parece envalado y sin muchas pretenciones de acordar con Juntos por el Cambio. En el medio, además, está el "factor Espert". Según Valenzuela, el economista tiene ganas de jugar dentro de Juntos por el Cambio. Algo similar había señalado hace algunos meses Iguacel, halcón de Bullrich. No está claro si es información o expresión de deseos. Algo sí es cierto: en las últimas elecciones Espert se mostró a favor de hacer una gran PASO opositora para vencer al peronismo. Él estaba dispuesto a convivir con el radicalismo, el PRO y la Coalición Cívica en un mismo frente. Sin embargo, esa alternativa nunca se concretó y fueron por separado.
Jorge Macri, más allá de su juego ahora porteño, también tiene la cabeza puesta en lo que pase en territorio bonaerense. Coincide con Valenzuela en que el balotaje nacional permite un juego de mayores tensiones en el camino, pero en la Provincia ese coqueteo no es peligroso: se pierde o se gana por un voto en octubre.
De allí su propuesta de ir hacia un esquema más de "Y": competencia fuerte en las PASO presidenciales, pero tratar de ir a listas consensuadas a nivel local. Una excesiva fragmentación local, entiende Macri, podría generar derrotas para el PRO en distritos del Conurbano donde es competitivo.
Por lo pronto, parece un rompecabezas muy complejo de armar hacia el 2023.