Facundo Del Campo, tiene 19 años y llegó a la ciudad de La Plata para estudiar la Licenciatura en Comunicación Social en la Facultad de Periodismo en la UNLP. Terminó el primer año, pero su meta también está en crecer artísticamente a través del Freestyle.
“El primer contacto fue con 14 años, en una competencia de Freestyle Rap, en mi pueblo, Los Toldos. En ese momento estaba el fenómeno del `Quinto Escalón`. Empezamos de a poco unos pocos pibes y pibas, entre ellos alguien que es mi primer hermano en la cultura Leo Grazzo”, comenzó relatando.
“La idea era pasar el rato en una `compe` los domingos a la tarde, tirarse unas rimas, gritar otras, en un clima de competición amistosa, donde salís a tener un duelo y después te das un abrazo. Un duelo musical e intelectual”.
Y agregó: “Desde ese día nunca me separe. Me fascinaba, iba encantado. Me atrajo desde el inicio la adrenalina del enfrentamiento. Ahora me siento arraigado a una cultura”.
“Así fui aprendiendo y subiendo escalones. De las canciones a las batallas, de las batallas al Freestyle libre, de ahí a mis canciones, y así durante ya 5 años me arraigue a una cultura hermosa. En mi casa el 90% del tiempo suena rap, y quiero que sea así por siempre”.
En cuanto a la capacidad de crear frases instantáneas manifestó: “El ingenio viene un poco de todos lados. Desde las experiencias vividas, el rival, lo que te diga, el concepto de inspiración como algo que se te viene de repente”.
Y continuó: “La inspiración viene con la facilidad de relacionar conceptos, rimar palabras complejas y demás aspectos, es algo que también se aprende y se mejora. Entra lo cultural, el léxico, la velocidad de relación. A mayor cantidad de saberes, más rico en contenido va a ser nuestro Freestyle”.
En cuanto a lo que espera, hace relación a que “no hablo de ser famoso, sino de no dejar de luchar porque el free siga teniendo un lugar importante en mi vida, siempre. Por eso perder siempre duele, te desilusiona pensar que capaz no es lo tuyo, pero ahí es cuando me levanto”.
Si bien una regla del Freestyle es`no estar nervioso, ni agredir al rival`, una parte de esto a él lo motiva: “Me dan nervios y ganas, me pone incómodo, me saca de la zona de confort donde todo es controlado, donde una equivocación capaz te saca, y me gusta. Te exige a ser mejor, practicar, ocupar la mente, y te da al mismo tiempo el factor artístico, donde entra lo mágico, lo que sale de la caja”.
“A la vez me da una herramienta para alzar un poco la voz y capaz hacer un poquito mejor el mundo. Quién dice que con unas rimas no le podes cambiar la vida a alguien, a mí me la cambiaron”.
Por último, contó una anécdota que vale la pena destacar: “Un día jugué un picón con Wolf y MKS, dos hermanos que llegaron a la cumbre del Freestyle nacional e internacional, conocidos competidores argentinos, uno atajaba y el otro era delantero del equipo contrario”.
“Todos los competidores conocidos con los que compartí tiempo resultaron ser excelentes personas, por eso es el lugar donde quiero estar y pasar tiempo, todos nos tratamos como hermanos”.
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“No queremos que se nos estigmatice por juntarnos en las plazas a rapear. Señora, señor, hacemos arte, pase a escuchar un día y se va a sorprender”, cerró.
