Hay un renovado optimismo en Alberto Fernández. El dato de inflación de noviembre puede profundizar esa tendencia.
En casi todas las intervenciones públicas, el Presidente trata de demostrar que no existe la teoría del "tobogán" en Argentina. La figura del tobogán fue utilizada por Cristina Kirchner en su último acto en La Plata. Señaló: "La Argentina que recibimos allá en el 2001 era muy diferente a la que dejamos en el 2015, donde desde allí empezó un tobogán que parece no tener fin".
La figura es bastante gráfica: si es un tobogán, la economía actual es igual o peor que la del 2019.
Alberto no cree eso y se envalentó esta última semana con un dato histórico que pudo haber caído mal en las filas internas: "Desde que Néstor (Kirchner) se fue de la Argentina no logramos crecer 3 años consecutivos”.
Todavía eso está por verse. 2021 y 2022 fueron y serán de crecimiento económico. Sobre el 2023 hay algunas dudas aunque es posible que por el mismo arrastre estadístico la frase del Presidente termine siendo cierta. También es cierto que desde el gobierno de Néstor Kirchner eso no ocurría (2005-2006-2007). Con Cristina hubo dos años de fuerte crecimiento (2010-2011) pero después comenzó un serrucho de años recesivos (2012 y 2014) y de crecimiento (2013 y 2015).
Algunos creen ver en ese dato de Alberto Fernández un recuerdo envenenado. También está por verse, en caso de que avance la desaleración de la inflación, cómo será la apropiación política de ese logro.
Habrá que esperar un poco más para ver esos movimientos.
