María Belén Maccarini tiene tres hijos y vive en La Plata junto a su familia. Cuando tenía 18 años su vida tomó un rumbo que no estaba en sus planes, o no en ese momento por lo menos.
A los 19 años conoció al que sería su pareja y padre de sus tres hijos, con quien construyó una familia, y para hacerlo dejó la carrera de Abogacía en la UNLP. A esa edad también se casó y tuvo su primer hijo.
“Deje la carrera para dedicarme a mi hijo y la familia. Estuvimos varios años juntos, en esos años llegaron 2 niños más y sufrí violencia”, menciona Belén. Tuvo todo tipo de trabajos para salir adelante, ya que por una discusión con el padre de los chicos ocasionó un quiebre en su vida.
El mismo año que Belén comenzó a trabajar en un servicio de limpieza para la facultad de Ciencias Exactas, el padre de los tres niños “pidió verlos”, pero terminó casi en un secuestro y además golpeó a los chicos. “Por decisión mía los aleje de él, más que nada por su bien”, recuerda Maria Belén.
Varios meses después llegaría nuevamente un problema económico, ya que la empresa donde trabajaba echó a la mayoría de los trabajadores y nuevamente debía salir a flote con sus niños. Luego de la espera consiguió trabajo en una reconocida marca atendiendo a los clientes, pero allí mismo sufrió acoso laboral. “No decía nada, tenía que aguantar porque tenía tres hijos que alimentar”, reflexiona.
Esta serie de problemas económicos, personales y laborales repercutió en su salud: “Me convertí en hipertensa”, comenta Belén. Luego de pasar por esta serie de acontecimientos donde se vio vulnera, la protagonista de esta entrevista encontró un “norte” en su vida: decidió retomar sus estudios universitarios.
“Decidí que tenía que empezar a estudiar porque sin estudios no iba a llegar a ningún lado, después de pensarlo me anote en informática para analista y programador”, enfatiza Belén. A través de esta carrera logró encontrar una estabilidad que la ayudaría para dar un gran paso, tanto académico como económico. Se postuló a varias becas que le asegurarían un futuro cercano, pero a veces lo bueno se hace esperar.
“El año pasado en los grupos de la facu compartieron el link de una convocatoria para becas de ayuda económica en fundación BisBlick donde además de ello tenías un mentor que te ayudaba y acompañaba, cursos y capacitaciones, etc. Tuve entrevistas y no me aceptaron, tiempo después me convocaron, en realidad fue a 20 chicas porque había 2 vacantes y tuve la suerte de quedar seleccionada, esto fue junio- julio del año pasado”, desliza Belén.
Nuevamente recibió otra beca: “Logre una beca curso, es decir la beca es para no pagar el curso, un full Stack en java de Oracle Next eEucation junto con Alura Latam”, comentó.
Luego de varios procesos apareció otro logro: “Contenta porque gracias a mi mentora conseguí un bootcamp en una empresa, es como una escuelita en la que te enseñan a programar en cierto lenguaje y aprobando el mismo podes entrar a trabajar, dependiendo de las calificaciones es la rapidez con la que ingresas”.
