Leandro Fernández tiene 33 años, es un trabajador platense todoterreno y este 31 de diciembre no será la excepción: no la pasará con sus hijos; estará en la calle.
En diálogo con LAPLATA1.com, cuenta un poco de su historia de lucha y superación, y por qué no podrá brindar con su familia.
“Fui padre a los 15 años. Hoy tengo tres hijos: Jeremías de 18 años, Abril de 11 años y Azul de 4 años. También tengo a cargo a Kevin de 15 años, que es hijo de mi señora Sabrina”, cuenta.
Es un loco del trabajo: fue mozo, cajero en un supermercado, chofer en una sodería, trabajó en una remisería y muchos rubros más. Hoy labura en una parrilla vendiendo choripanes y sándwiches de bondiola. También vende por los kioscos y almacenes distinta mercadería: golosinas, bebidas y distintas prendas.
“Me las rebusco como pueda para llevar dinero a casa. Hoy está todo caro y si no trabajas, nadie te regala nada. Mis nenas que son las más chicas a veces quieren salir y yo vengo cansado. Cuando tengo un tiempo, salimos aunque sea a la plaza o al rio ya que me gusta pescar”, reflexiona.
En las fiestas del año pasado arrancó con algo nuevo. O en realidad no tan nuevo: trabajar como remisero. Pero ahora de forma particular. Leandro sabe que es una fecha muy sensible donde muchas agencias cierran.
“Algunos clientes me preguntaban si no tenía familia para pasar las fiestas y yo le decía que porque la tenía iba a trabajar. Este año me buscaron algunos clientes que había llevado el año pasado”, señala.
Pero el 25 de diciembre de este año salió todo mal. El auto tuvo un desperfecto en Olmos y no pudo cumplir con varios viajes.
Por si fuera poco, una clienta lo escrachó en redes sociales porque pensó que se trataba de una “estafa”. Finalmente le mostró lo que le había sucedido con el vehículo y la mujer borró la publicación. Fue un momento feo.
El auto ahora ya está Ok. El sábado saldrá a juntar pasajeros desde las 17. Una jornada que será larga. ¿Y es peligroso? “Hay que tener cuidado; uno que tiene experiencia en la calle más o menos se da cuenta al entablar conversación con el pasajero pero puede fallar”, explica.
“Espero que el 31 Dios me ayude para hacer mis viajes. Todo lo hago por mi familia. Ellas de a poco se van acostumbrando a que por ahí no paso tanto tiempo, pero trato de que el tiempo que estamos juntos salir y disfrutar ya que el dinero es necesario pero no lo es todo. Mi idea siempre es estar en momentos especiales como actos del colegio y demás”, completa Leandro, un héroe de las fiestas.
