Cuando Sergio Massa llegó al Ministerio de Economía, no fueron pocos los que imaginaban un cambio radical o de shock en ciertas políticas. "A grandes males, grandes remedios", podía pensarse. Pero no fue así.
Massa confió en su espalda política y sus lazos con el "círculo rojo" para moderar las olas y ganar tiempo mientras trata de ordenar la macro: acumular reservas, reducir el déficit fiscal, etc.
Pero mientras Massa y Alberto Fernández tributan al gradualismo, en otros campamentos creen ver un final de ciclo del regimen económico argentino. Podemos ubicar en ese campo a dirigentes de Juntos por el Cambio (quizás los más halconizados) pero también a referentes del Frente de Todos que reconocen la inviabilidad de una moneda que ya lleva 15 años con inflación.
La propia Cristina Kirchner, en algunas intervenciones del año pasado, se refirió a la falta de moneda y los problemas de la llamada "economía bimonetaria". Ella también está viendo que hay incosistencias que difícilmente puedan curarse con una aspirina. Naturalmente su remedio sería muy distinto al de Juntos por el Cambio, pero la idea de un "shock" podría unirlos desde lo metodológico.
En paralelo, ya se discute cómo sería ese paquete de "shock" de cada campamento. Será interesante escucharlo en la campaña. Kicillof viene advirtiendo a los propios sobre la "batalla cultural". Cree que el macrismo se adueñó del "sentido común económico". Pone siempre dos ejemplo: convalidar como "beneficiosa" la suba de tarifas, y asumir que la inflación es fruto de la emisión monetaria.
El Gobernador pelea contra esas dos ideas. El problema, evidentemente, es que esas nociones están dentro del mapa conceptual de Sergio Massa y de Alberto Fernández. La salida de Guzmán no evaporó las discrepencias ideológicas sobre el curso de la economía.
La evolución de la inflación en el 2023, marcará el pulso del debate económico. Si la inflación se modera y muestra un sendero descendente (aunque no necesariamente bajo), quizás haya menos cabida para propuestas de "shock" en medio de la campaña. Habrá que esperar un poco más.
