Nicolás Cabré maneja muy bien la paternidad y así lo refleja siempre que comparte con sus días con su hija Rufina. Ella lo transformó en una persona diferente, lo sensibilizó y como él mismo lo manifiesta cada vez que le preguntan por ella, le enseña todos los días algo nuevo.
El orgullo que siente por ella, por su sensibilidad y la calidad de persona que es lo emociona y siente ganas de mostrarle permanentemente al mundo quién es Rufina.
Este lunes subió a sus redes, un gesto de la pequeña que lo derritió de amor: la nena dejó una carita manuscrita junto a dos chocolates en uno de los cajones de la mesa de luz del hotel que ocupa con su papá en Mar del plata. La misma decía: "Hola señora que limpia. Abra el cajón que hay algo para usted".
El actor, acotó: "Estas son las cosas que me dejan con la boca abierta y con el corazón explotado de amor". Acto seguido, le escribió unas palabras a su hija.
"Rufita hermosa sos algo que no puedo explicar, la bondad que manejás es de otro planeta. Por favor no cambies nunca y seguí demostrándome que no tenemos ni idea de lo infinito de la inmensidad de tu corazón. Dos cosas más… gracias por autorizarme a mostrar esto. Y Gracias por ser mi hija, la más buena, la más dulce y hacerme el papá más orgulloso del mundo siempre".
