Instalada en Villa Carlos Paz, donde actúa en la obra El hostel de los millones, en el Teatro Candilejas de la villa serrana, Sofía Pachano recibe a menudo la visita de su novio, el actor Santiago Ramundo, quien se reparte entre Buenos Aires y Córdoba para cumplir con sus compromisos laborales y además poder visitar a su novia.
Cada vez que Ramundo llega a la ciudad serrana, aprovechan para recuperar el tiempo perdido y salen de pase por los espectaculares paisajes que ofrece Córdoba. Pero días atrás, Sofía aprovechó que su chico estaba en Buenos Aires y lo quiso sorprender con un espectacular regalo.
Como justo se cumplían dos años de su aniversario de novios, y sabiendo el amor y la pasión que tiene Ramundo por la música, la actriz le envió de regalo a su casa un valiosísimo piano de cola. Santi toca el piano desde la adolescencia y su novia lo agasajó con un instrumento nuevo, que le llegó directo a su casa.
La logística fue muy bien pensada y contó con dos cómplices: Ana Sans y Blanca Amosa, las mamás de la pareja, quienes fueron la secuaces de Sofía en su plan para que saliera perfecto. Desde Carlos Paz, Pachano organizó toda la logística para la entrega en tiempo y forma del piano y tanto Ana como Blanca fueron siguiendo el periplo del instrumento hasta que llegó a manos de Ramundo.
Santiago estaba en la casa que comparte con Sofía en Zona Norte cuando le tocaron el timbre, abrió la puerta y allí estaban Ana y Blanca con el flete que había transportado el regalo que Sofía le estaba haciendo, y que el actor no podía creer. Obvio que se emocionó, se largó a llorar y no daba crédito de lo que estaba sucediendo.
Emocionadísimo, una vez que le cayó la ficha y mencionó: "Sofi me regaló un piano por nuestro aniversario. Sin dudas ha sido de los regalos más bellos que he recibido en mi vida, por lo que significa para mí".
Y explicó: "Breve historia: mi piano es una parte de mí, y cuando nos mudamos y quise mudarlo de casa mi papá a la nuestra, los especialistas me decían que no, que ya es un piano muy viejo y que no se puede mover más. Sentí mucha angustia cuando me dijeron eso, Sofi sabía de eso y como sorpresa un día se aparecieron su mamá y mi mamá en la casa y detrás de ellas un camión que traía un piano".
"Me siento amado y respetado; gracias mi amor por ser y estar… Lo que les quiero decir es que estén siempre cerca de las personas que nos valoran, saben de nuestras pasiones y nos acompañan", cerró
