Juan Ibarguren tiene 37 años y es secretario de Turismo y Desarrollo Económico de la ciudad de Pinamar. Con el actual jefe comunal Martín Yeza se conocen desde la infancia de Ibarguren.
Yeza se convirtió en el intendente más joven de la historia de Pinamar, ya que cuando asumió su cargo tenía solo 29 años, en el 2015. En este momento, le queda solamente un año de gestión, luego de dos mandatos consecutivos.
¿Quién será el posible sucesor? Se preguntan los pinamarenses, muchos dicen que el apellido que resuena es el de Ibarguren, quien acompaña en la gestión de Yeza.
Juan es oriundo de Buenos Aires, donde vivió grean parte de su infancia junto a sus padres y dos hermanos, residían en un campo de General Madariaga. Alumno de escuela rural, con un papá DJ y una mamá Jardinera se mudaron a Pinamar.
Volvió a Buenos Aires, esta vez para ser estudiante de la UBA, administración de empresas. Pasaron los años, conoció a Catalina –su esposa- y criaron a su hija Joaquina en Pinamar.
El vínculo con Martín Yeza data desde la infancia de ambos, ya que comparten la misma edad y eran compañeros de colegio. “Desde que éramos chicos siempre supo que quería ser intendente, hasta jugábamos a soñar con quiénes serían parte del gabinete según aptitudes de cada uno”, cuenta Juan a La Nación.
Con solo 29 años, Yeza (de la misma edad), le ofrece un puesto que no pudo rechazar, dejó su vida en la Ciudad de Buenos Aires, ya que la principal motivación que ambos compartían era apostar por Pinamar.
Tanto Juan como Yeza tenían que lograr que los Pinamarenses confiaran nuevamente en la administración municipal. Desde el 2019 la secretaría de Turismo tuvo la meta principal en trabajar por desestacionalización con el objetivo de mantener la ciudad activa durante el resto del año.
A tan solo tres meses de asumir, en turismo, vino la pandemia, pero lograron posicionarse como un destino de residencia de aquellas familias que deseaban mayor calidad de vida.
Consultado por LA NACIÓN, Juan mencionó ciertos puntos sobre como se ve el más adelante, sus objetivos y si imagina su gestión como intendente de la ciudad: “Pinamar debe convertirse en la de mejor calidad de vida de todo el país más allá de la costa atlántica. Debemos lograr ser una ciudad donde el acceso a la vivienda o a la oportunidad de un empleo estable no sea un inconveniente. Sin embargo, ese salto cualitativo y cuantitativo de nuestra ciudad debe darse de una manera sostenible en el tiempo para que justamente no se pierda la calidad de vida”, menciona Juan a La Nación.
Y además menciona el equilibrio que debe existir entre el desarrollo económico, el dmeográfico, el comercial y la importancia de que Pinamar siga siendo unn ciudad tranquila y amigable para el turista y el residente.
