Después de un proceso que comenzó en noviembre del año pasado, el Tribunal de Santa Rosa finalmente condenó a prisión perpetua a las asesinas de Lucio Dupuy, Magdalena Espósito Valenti -la madre del menor- y Abigail Páez, su pareja.
Los jueces Alejandra Ongaro, Daniel Sáez Zamora y Andrés Olié rechazaron los planteos de inconstitucionalidad de las defensas con respecto a la prisión perpetua.
Ambas acusadas no estuvieron presentes en la sala, tal como lo hicieron en audiencias anteriores. Permanecieron en el Complejo Penitenciario N°1 de San Luis, donde se encuentran encerradas y se negaron a escuchar la imposición de sus penas, que serán comunicadas a través de sus defensas. Por su lado, estuvieron presentes Cristian, padre de la víctima, y su abuelo Ramón, que impulsó durante más de un año el pedido de justicia en el caso.
Espósito Valenti, la madre, había sido declarada el 2 de febrero último como la autora material y penalmente responsable del delito de homicidio triplemente calificado por el vínculo, alevosía y ensañamiento.
Por otro lado, Páez fue declarada autora material y penalmente responsable del delito de homicidio doblemente calificado por alevosía y ensañamiento. Su situación fue más grave aún: se la declaró culpable también del delito de abuso sexual con acceso carnal por vía anal, agravado por tratarse de la guardadora y por haberse cometido contra un menor de 18 años de edad, aprovechando la situación de convivencia preexistente, como delito continuado.
Durante la audiencia previa de alegatos que se realizó este lunes 13 de febrero, la fiscal Verónica Ferrero pidió que las dos acusadas fueran condenadas a prisión perpetua porque, frente a los delitos cometidos, el Código Penal prevé solamente esa pena.
El abogado querellante que representa a la familia Dupuy, José Mario Aguerrido, adhirió al planteo del Ministerio Público Fiscal, pero le añadió el requerimiento de que la pena sea de reclusión por tiempo indeterminado. Sus fundamentos,se basaron en la extensión del daño provocado a “un chico absolutamente vulnerable”, agregando que el crimen de Lucio fue el final de un proceso de maltrato infantil.