Un hecho muy particular ocurrió en la Catedral de La Plata en las últimas horas. Una mamá cree que su hijo Benjamín, que tiene Síndrome de Down, fue llamado por Dios para que ingrese al mítico lugar emplazado en Plaza Moreno y encontrarse con María Ludovica.
Sandra relató el increíble momento en sus redes sociales, grabó un video del ingreso de su pequeño a la Catedral y también habló con LAPLATA1.com.
“Fuimos de visita a La Plata con mi esposo e hijo Benjamín que tiene Síndrome de Down con 5 años. Me tenía que encontrar con María, la enfermera que fue de Benja en Neo cuando nació. Justo ese día lo tuvimos que suspender para que sea el 25. El encuentro era en la Catedral. Pero no la veíamos y tuvimos que esperarla”, comienza su relato.
“En eso, algo le llamó la atención a Benja y miró la Catedral, como que alguien lo hubiera llamado y se me soltó y comenzó a subir las escaleras solo sin mi ayuda, cosa que me asombró porque subía como antes no lo hubiera hecho. Quería llegar a la catedral. Era como que sentía a alguien que lo llamaba y él iba hacia esa voz”, agrega.
Sandra dice que esta “extraña” situación no es tampoco inusual: “Desde que él nació lo rodearon los milagros. Yo soy de La Plata, pero en el 2018 nos mudamos a Punta Alta porque somos del servicio penitenciario bonaerense junto a mi marido. Él nació prematuro, de 32 semanas, tuvo un montón de enfermedades cardiológicas y de los riñones, y su evolución fue milagrosa”.
Benja no habla. Dice solo “mamá” y “papá”. Empezó a caminar a los dos años y medio. Usa mucho el cochecito porque se cansa.
“Siempre quiere ir a ‘upa’. Ese día no lo llevé en cochecito, se me soltó de la mano y empezó a subir las escalinatas solo. Como si nada. Fue extraño. Nunca lo vi tan convencido”, insiste.
“Me señalo a Jesús crucificado y luego seguía caminando y no podía detenerlo porque lo quería agarrar y el necesitaba estar allí y no se quería ir. Se quería quedar y recorrió toda la catedral. En un momento se tira al piso y quería seguir pero estaba cerrado y lo tuve que levantar. Ahí tuve que finalizar el video porque se levanta y en eso sigue caminando hasta llegar a un santuario donde están los restos de la Beata Sor María Ludovica”, sigue contando Sandra. Cree que todo esto no puede ser una casualidad.
Y cierra: “Luego apareció una señora inesperadamente, que nos dijo si queríamos recibir la estampita y conocer sobre María Ludovica, dado que ese día era el aniversario de su fallecimiento y que se está difundiendo su historia porque es el deseo de poder Santificarla. Se me erizó la piel, porque al ingresar y ver los vidrios y las imágenes vimos la figura de un niño en sillas de ruedas. Me emocioné porque le conté que Benja quiso sólo entrar aquí y que él tiene discapacidad. Y me dijo que las casualidades no existen”.
