Vino de Monte Grande a La Plata, posó desnuda, la criticaron y dice que no es un capricho: "Soy una femeneidad no binaria"

Sociedad 03/03/2023 . Hora: 12:18
Vino de Monte Grande a La Plata, posó desnuda, la criticaron y dice que no es un capricho: ”Soy una femeneidad no binaria”
Francisco Angulo
Por Francisco Angulo
Periodista.

Juana tiene 26 años, nació en Ezeiza y ahora, gracias al cupo trans, trabaja en el CONICET La Plata.

LAPLATA1.com dialogó con ella. Quién escribe estas líneas comete un primer error inicial: considerarla como mujer. “Soy una femeneidad no binaria”, aclara Juana.

SHOW DEL DESAYUNO

Su vida desde pequeña no fue fácil: “Sufrí muchísimo bullying por parte de mis compañeres de escuela y por parte de personas cercanas durante toda mi niñez y gran parte de mi adolescencia”. Ella habla de “opresiones del heteropatriarcado en su máxima expresión”. Dice que la escuela busca “convertirnos en seres productivos y seres heterosexuales”.

Pero reconoce: “Tuve una familia que siempre ha estado para apañarme; cuando sufría violencia siempre le ponían el pecho a las balas. Eso fue muy rescatable”.

CADENA COOL

Cuando pasó a una escuela de artes de Luis Guillón empezó la transición: “Estudié música, canto más precisamente, y había más libertad. En esa etapa pude explorar mucho más mi sexualidad. Para ese momento ya había salido del closet. Mi transición, igualmente, sigue en curso. Yo me autopercibía, en ese momento, como un varón gay. Hoy es un poco más fácil ponerle nombre a nuestras transiciones”.

SHOW DEL DESAYUNO

Si bien tienen el apoyo de sus padres, también había ciertos límites. Sobre todo con su padre. Juana, sin embargo, se encarga de repetir todo el tiempo que hay amor mutuo con ellos, y destaca el rol de las mujeres de su familia.

Siempre ejercí mi derecho a ser un monstruito, pero con miedo a que me encuentre mi familia”, lo resume.

Cuando conoció La Plata supo que ese iba a ser su lugar en el mundo. Quedó fascinada por la cantidad de jóvenes y empezó a estudiar en la Facultad de Bellas Artes. Hoy está muy instalada en La Plata y con un trabajo estable.

Entendí que la identidad también es un estado político; quiénes somos, cómo nos identificados, cómo nos presentamos ante el mundo, son decisiones políticas. Decidí apropiarme de un término que se usó durante mucho tiempo de mi vida para vulnerablemente: marica. Allí empieza la transición; de varón gay a marica. Creo en el posicionamiento político de no ser varón, de no ser mujer, y de ser algo más que eso”, explica.

Pero marica tampoco fue algo definitivo. Ahora ella se define como “femeneidad trans” pero “sigo en constante transición, no es algo cerrado”. “La identidad muta como muta el mundo. La construcción identitaria es cíclica, se construye día a día”, reflexiona.

“Nosotras podemos lucir como se nos cante. No es un capricho nuestro; la sociedad está encaprichada a encasillarnos”, señala.

Y, para finalizar, cuando su sueño a futuro: quiere ser actriz: “Mi sueño es dedicarme a ser actriz. Me veo en 10 años formando parte del elenco de una tira, del elenco en el teatro independiente, que es lo que realmente me gusta. Pero para eso también es bueno tener un trabajo estable”.

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