El 3 de febrero de este años un joven identificado como Gianfranco José Ereu Oquero decidió quitarse la vida mientras permanecía internado en una institución psiquiátrica.
El joven de 25 años tuvo una internación previa en esa institución, ubicada en calle 6 entre 34 y 35, donde fue diagnosticado con “bipolaridad”. El pasado 31 de enero ingresó por segunda vez a la clínica.
Giafranco recibía atención psicológica desde sus 12 años y permanecía en vigilancia psiquiátrica desde los 15, donde el diagnóstico era depresión.
En diálogo con LAPLATA1.com sus padres Amalia y Luis nos comentaron la situación que están viviendo: “Lo internamos justamente para que allí lo contengan de manera profesional. Por eso lo internamos en esa clínica”, comentaba su papá.
Clinica Privada Neuropsiquiátrica.
“Luego de la muerte de Gianfranco se van contactando conmigo ciertas personas que vivieron con el parte de la terapia dentro de la clínica y me cuentan cosas una peor que otra”, comenta.
“Según me decía el psiquiatra fue muy complicado y elaborado el procedimiento que hizo para poderse ahorcar, de ser así cuanto tiempo estaba sin vigilancia cuando se sabía que estaba internado por intento de suicidio. Como él pudo haber hecho esto tan elaborado”, menciona Amalia.
Afirman que "juegan con la mente" de los pacientes que permanencen internados allí. Gianfranco escribió varias cartas mientras estaba internado.
La clínica del terror, como la apodan: “Hay casos de maltrato, tengo varios testigos para agregar a mi declaración. Hay un grupo de Facebook donde personas que fueron víctimas de la clínica”, comenta.