El Fleur de Miraval, es el rosé que el actor elabora en su bodega, la cual será por segundo año consecutivo, el único champán servido durante la 95ª edición de los Oscar. Es conocida por ser la única maison dedicada exclusivamente a elaborar champán rosado, Fleur de Miraval. Por eso y por pertenecer a Brad Pitt.
Este proyecto nace de la colaboración entre tres familias: la de Pitt, propietaria del Château Miraval en la Provenza; los Perrin, propietarios del Château de Beaucastel; y la familia Péters, con raíces en el corazón de la Champaña durante seis generaciones. Juntos, eligieron dar rienda suelta a su creatividad, sin restricciones, para hacer un rosado impresionante como nadie había probado antes.
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Con una propuesta tan atractiva y semejantes apellidos en su partida de nacimiento, no es de extrañar que este rosé se haya convertido en poco tiempo en el champán favorito de las estrellas de la gran pantalla, como tampoco lo es que su precio se eleve a unos cuatrocientos dólares (389 euros).
Este domingo 12 de marzo, los invitados a la 95ª edición de los Oscar podrán disfrutar de sus bondades de manera exclusiva, por segundo año consecutivo, ya que será el único champán servido durante la ceremonia, así como durante el Governors Ball, la fiesta posterior de la Academia, y en otros eventos relacionados con los Óscar en Los Ángeles, Nueva York y Londres, incluido el almuerzo de los nominados. Una nueva oportunidad para honrar a los mejores profesionales de la industria cinematográfica durante un espectáculo que celebra la artesanía, las artes, las ciencias, así como la naturaleza colaborativa de la realización de películas.
“Fleur de Miraval es el champán de todos aquellos que contribuyen a la belleza y el éxito del cine por todo el mundo”, proclaman orgullosos desde la marca. Un año más, la dedicación a las artes, compartida tanto por Hollywood como por la bodega francesa, quedarán más patentes que nunca durante la ceremonia de los Oscar.
