Priscila encabeza una búsqueda desesperada. Todo se remonta al 2 de marzo cuando fueron con Santiago, su pequeño, a la plaza de 131 y 32 alrededor de las 18.30 horas.
“A la plaza llevo a su oso que le puso Teddy. Ese oso se lo regaló su abuela cuando nació, y a los 4 años le puso ese nombre”, recuerda a LAPLATA1.com. Teddy desapareció.
“Ahora él tiene 7 años. Y desde que lo tiene es su apego. Para todos lados lo tiene que tener, sino se pone mal”, agrega Priscila.
“Ese día fue el segundo jornada de clases, entonces lo fui a buscar a la escuela, vinimos, se cambió, agarró a Teddy, y cuando nos fuimos no nos dimos cuenta de que faltaba el oso”, dice la mamá. Cuando volvió, el oso ya no estaba.
Se dieron cuenta recién a las 12 de la noche de ese día cuando Santiago se fue a acostar y no tenía a su peluche preferido.
“Él no se acuerdo que lo dejamos en la plaza, y yo le dije que lo mandé arreglar porque se había ensuciado”, cuenta Priscila, pero el pequeño no para de llorar por él. La búsqueda la iniciaron hace dos semanas pero insólitamente no hay ninguna pista.
“Santiago llora todas las noches porque extraña a Teddy y está esperando que vuelva. Mientras tanto agarro otros ositos más chiquitos que tiene para dormir y dice que cuando venga Teddy va ser su familia de ositos”, señala.
Y sostiene que “el oso tiene valor sentimental, hace siete años que es su compañía. Fui a casas de peluches pero no lo tienen. Mi idea era poder comprar uno similar”. Están dispuestos a pagar recompensa o incluso entregar otros osos de peluche.
