Samira es la protagonista de una historia muy particular. Ella es de Colombia y por una serie de hechos impensados terminó quedándose a vivir en La Plata con sus tres hijos.
En dialogo con LAPLATA1.com, Samira cuenta cómo empezó todo hace 10 años cuando pisaron por primera vez suelo platense.
Su pareja estaba en la ciudad de diagonales por trabajo. Su jefe le había pedido que se radique en Argentina. Así fue que Samira y sus hijos vinieron a visitarlo. Inclusive, iban a evaluar si directamente se afincaban aquí. Ellos eran de Manizales: “Una ciudad también linda”, según describe Samira.
Pero cuando la joven colombiana llegó a La Plata descubrió que su pareja la engañaba con otra mujer. Eso provocó una serie de conflictos y Samira, que tenía preventivamente un pasaje de regreso, decidió marcharse con sus hijos de regreso a Colombia. Pero en el Aeropuerto siguieron los problemas: “Nos pedían un código. Nos decían que el pasaje no existía, que no estaba en el sistema”.
No podían comprar otros tres pasajes por su costo. Así fue que debieron volver a la casa de su esposo en La Plata. Ya ex pareja, en realidad. Finalmente, la pareja de Samira se volvió a Colombia: “No le importó nada; nos abandonó”.
“Tuvimos que ver la forma de cómo sobrevivir acá un tiempo. Nos fue yendo bien, tanto que ya los domingo vendía platos típicos de Colombia como bandeja paisa, sobre barriga. Con esas comidas y haciendo otros pequeños trabajos logramos vivir un tiempo. Mis hijos se adaptaron al punto de no querer volver a nuestro país. Nos gustó realmente la ciudad de La Plata y su gente”, recuerda.
Ahora hasta tiene su propio restaurante. Es un emblema para todos los colombianos que viven en La Plata. “Tenemos todos los platos típicos colombianos”.
Hace 6 años está en pareja y eso fue también un gran alivio en lo económico. Desde que llegó a La Plata, Samira no volvió a su país. Quiere, pero la plata aún no le alacanza. Serían tres pasajes. “Todo está carísimo pero sigo luchando”, cierra.
