Michel tiene 25 años, nació en Venezuela y ahora es una verdadera tolosana. En diálogo con LAPLATA1.com, cuenta su historia llena de aventuras y momentos tristes pero que, ahora, parece cambiar drásticamente.
“Salí de mi país hace 3 años, llegué a Ecuador con la esperanza de conseguir una estabilidad pero la situación no fue como lo esperaba. Se nos dificultó mucho a mi esposo y a mí conseguir empleo, y nos tocó vender durante un tiempo en los micros para poder cubrir el pago del alquiler y nuestros gastos”, recuerda.
Allí fue que un amigo le ofreció trabajo a la pareja de Michel, pero debían mudarse a Perú. Como el bolsillo apremiaba, aceptaron. Otra vez la mudanza.
“Nos fuimos sin dudarlo y allí conseguí un trabajo como mesera, pero al muy poco tiempo de comenzar a trabajar la pandemia inició y volvimos a quedar sin empleo. Fue un momento muy difícil ya que nos quedamos sin nada, y se nos ocurrió la idea de intentar vender los dulces. Yo los preparaba y mi esposo salía a entregarlos en bici, así que poco a poco fuimos volviendo a la normalidad”, señala la joven.
Pero la situación en Perú tampoco era buena desde lo económico. Argentina aparecía como una posibilidad: “Como último intento de conseguir una estabilidad decidimos emigrar a La Plata, una decisión que nos ha cambiado la vida ya que desde el primer momento nos hicieron sentir bienvenidos”.
“Al llegar acá empecé a trabajar en un local de comidas y mi esposo como repartidor. Después de un tiempo quedé sin trabajo y es cuando decido arriesgarme a emprender en busca del sustento económico. Comencé con los batidos ya que era algo que no se veía mucho en las calles. Di a conocer también nuestra deliciosa chicha venezolana”, cuenta. Las innovaciones gastronómicas igual no cesan.
“Es algo que lleva tiempo, dedicación y constancia”, reconoce Michel. “Mi fortaleza siempre es mi familia, quienes son los que me han apoyado y me han impulsado a volver este sueño realidad”, agrega.
¿Y qué le gusta de La Plata? “Es un lugar tranquilo, con sitios muy bonitos para visitar. Me gustó mucho la idea del helado de kilo ya que es algo poco común en otros países”, revela.
“También me gusta que acá a los extranjeros los tratan con mucho cariño y son otras personas más y no el ‘extranjero’. Me gustó mucho la costumbre de año nuevo de quemar el muñeco y que todos se unan para ver ese momento”, completa.
De Venezuela extraña a su familia: “Los años pasan y no sabemos cuándo podamos regresar”.
“Aquí en Argentina tenemos algunos familiares por parte de mi esposo, y la verdad nos gusta mucho este país y su gente, así que si se nos da la oportunidad de seguir creciendo, nos quedaremos radicados acá”, cerró esta tolosana.
