Varias personas bañan a sus mascotas en casa, ya sea porque sus animales son muy nerviosos como para ir al veterinario, o porque prefieren hacerlo por ellos mismos. Lo cierto es que, teniendo algunos productos indispensables en casa y el espacio adecuado para hacerlo, vos también podés bañar a tu perro sin ningún problema. Aquí te decimos lo que debés tener en cuenta.
Lo más importante es el shampoo. Si bien podés conseguir un producto adecuado en cualquier tienda para mascotas, lo ideal es consultar con un veterinario cuál es el shampoo adecuado para tu mascota.
Por ejemplo, hay mascotas con algunas afecciones a la piel, como dermatitis, que requieren de un shampoo medicado, así como de baños más recurrentes. Si el animal tiene bastante pelaje, también es recomendable tener un cepillo para perros, y usarlo antes y después del baño para retirar el excedente.
Recuerda que, hoy en día, existen cepillos para desenredar o eliminar muda, por lo que deberás elegir el más adecuado para tu mascota.
También debés tener una toalla absorbente para secarlo después del baño, así como una secadora. Eso sí: utiliza la configuración más baja -y a una distancia prudente- para no incomodar a tu perro.
Finalmente y no menos importante, existen algunos productos esenciales para complementar el baño de tu mascota: el acondicionador, por ejemplo, es muy útil para perros con el pelo muy enredado; mientras que un perfume puede ser el toque final para la rutina de limpieza.
Cepillá a tu perro antes del baño: Según el portal veterinario Preventive Vet, “cepillar el pelaje de tu perro antes de meterlo en la bañera ayuda a eliminar el exceso de pelo que evita que el shampoo penetre hasta la piel”. Es ideal que te tomes unos minutos antes del baño para hacer esto.
Aplicá el shampoo con cuidado: Asegúrate de frotar sus patas, estómago, axilas y cola, teniendo cuidado con que el shampoo o el agua lleguen a su rostro. Para limpiar la cara del animal, utiliza una toallita húmeda. Y, en el caso de sus orejas, recurre a un limpiador auricular antes o después del baño.
Enjuagalo bien: Enjuaga al perro hasta que el agua esté limpia de suciedad y shampoo. Si necesitás ayuda, podés utilizar un vaso o un bowl de plástico. Para evitar que el agua entre en las orejas de tu perro, podés ponerle bolas de algodón, y retirarlas después del baño.
“Para secar la cara y la cabeza de tu perro, es más fácil, y más placentero para tu perro, secarlo con una toalla que con un secador. Primero seca la cara y la cabeza con una toalla, y luego seca su cuerpo con un secador”, recomienda Preventive Vet. Hay que tener mucha paciencia en todo el proceso, ya que tu perro podría incomodarse con el sonido de la secadora.
