Dos estudiantes universitarias fueron víctimas de un robo en La Plata pero ocurrió una particular situación: los ladrones dejaron su celular en el departamento.
Según indicaron fuentes policiales, a plena luz del día al menos dos delincuentes ingresaron al departamento de un ph ubicado en Diagonal 74 entre 47 y 48 tras forzar la puerta de entrada.
Una vez que tuvieron acceso a las habitaciones, comenzaron a hurgar entre las pertenencias de las damnificadas.
Todo sucedió mientras las jóvenes se encontraban abocadas a distintas ocupaciones: una de ellas se encontraba cursando mientras que la restante había salido a realizar unas compras.
En el registro minucioso que los ladrones realizaron en la casa, los malvivientes lograron dar con una bicicleta, una notebook y alrededor de $10.000.
Alrededor de las 16 horas, cuando una de las jóvenes regresó a su finca se encontró con el desastre. La puerta principal estaba abierta de par en par y todo se encontraba revuelto.
En medio de la adversidad, la joven pudo realizar un rápido recuento de sus posesiones y fue así que detectó los faltantes antes mencionados. Pero hubo algo que llamó poderosamente su atención. Cuando recorría visualmente su departamento se topó con una bolsa blanca que jamás había visto.
Cuando se acercó comprobó que el envoltorio no era suyo ni de su amiga. En un primer momento decidió esperar a que llegara la policía para proceder a la apertura del paquete y así comprobar si podía haber alguna pista que pudiera conducir a los asaltantes.
Lo concreto es que, transcurridos algunos minutos, la víctima optó por descubrir que había dentro. Grande fue la sorpresa que se llevó cuando desató el nudo de la bolsa de tela y, además de hallar la notebook de su amiga y prendas de su propiedad, confirmó que lo que no paraba de sonar era un teléfono.
Su instinto no le falló ya que efectivamente, se trataba de una pista que de forma irrefutable ubica a su propietario en la escena criminal. Todo apunta a que en pleno fragor de la fuga el sujeto se olvidó ese bulto dejando así una prueba autoincriminatoria que estaba siendo analizada con alto grado de detalle por especialistas informáticos.
Hasta el momento, es una de las pocas certezas que se tiene sobre la identidad de los sujetos que profanaron este hogar.
