Agustín y Paula se conocieron cuando él era profe y ella alumna. Pasó algún tiempo y Paula lo contactó: le preguntó si quería dar clases particulares. Él dudó. Ella le presentó un desafío: rescatar a dos alumnas que habían desaprobado los dos primeros parciales. Estaban al horno.
Ambos aman la Química. Agustín dialoga con LAPLATA1.com. Finalmente decidió aceptar ese desafío y fue el comienzo de un dúo que salva a cientos de alumnos. No solo de La Plata, sino de distintas universidades del país. La virtualidad lo hace posible.
“Acepté el desafío porque estaban muy atrasadas y complicadas. La persistencia y énfasis que le dimos a la enseñanza por suerte dio sus frutos, y lograron aprobar”, cuenta. Así fue que decidió retornar a las clases particulares en sus tiempos libres.
Él se encarga de las materias más avanzadas mientras que Paula se enfoca en el nivel secundario y en las materias más introductorias en Exactas, Agronomía, Naturales e Ingeniería.
“A mediados del 2022 empezamos con las clases presenciales, entonces creció mucho más. Yo creo que la pandemia afectó mucho a los chicos”, señala.
Y apunta: “Pero también los chicos van a particular por los profesores poco dedicados. De hecho muchos estudiantes nos dicen que el profesor solo lee las filminas y no explica ejercicios puntuales que después toman en los exámenes”.
“Dedican su tiempo a investigar, y la docencia la usan para sumar al currículum solamente. No enseñan con esmero y cariño. Nosotros estamos para cubrir ese hueco: la distancia entre los docentes y los estudiantes”, completa Agustín.
Paula, por su parte, se recibió en el 2015 y trabajó inicialmente como Biotecnóloga: “Tratamos de abarcar a alumnos de varias universidades. Nos desafiamos permanentemente con Agustín. Mi próximo proyecto es dar clase de estadística y probabilidades, que es una materia que también aparece en la Facultad de Ciencias Económicas".
“Nosotros brindamos apoyo como profesores, pero también contención y confianza. Les explicamos cómo estudiar una carrera universitaria. Sabemos los tropezones que pueden tener porque estuvimos ahí”, cierra.
