Una coincidencia entre Cristina Kirchner y Martín Guzmán con una diferencia de solo 24 horas pasó casi desapercibida.
Se trata de un tema que está en el corazón del acuerdo con el FMI y que tienen consecuencias en el dóalr y la inflación: la tasa de interés.
Tradicionalmente, existen dos posturas sobre la tasa de interés. Una mayoritaria: la tasa de interés es un instrumento clave para reducir la inflación. Cuando la inflación se situa por encima de la meta se sube la tasa. Es lo que hace, por ejemplo, la Reserva Federal de los Estados Unidos. Se entiende que subir la tasa funciona como una aspiradora: se sube la tasa, se incentiva el ahorro y entonces hay menos moneda circulando, lo que descomprime los precios.
Otra idea alternativa, bastante menos apoyada, es que la tasa potencia la inflación por el siguiente motivo: una mayor tasa encarece el crédito al sector privado, y esas empresas compensan ese mayor costo subiendo sus precios.
El problema es que estás dos concepciones están más enfocadas en escenarios de inflación baja. Por ejemplo, de 10-15%. Ya no es tan claro que estos mecanismos se repliquen en países con una inflación superior al 100%. Cristina Kirchner y Martín Guzmán coinciden en que la actual tasa de interés está potenciando la inflación. Sergio Massa y el Banco Central, evidentemente, creen lo contrario.
“El establecimiento de una tasa de interés positiva por encima de la devaluación y la inflación, en una economía bimonetaria con escasez de dólares, genera un proceso inflacionario creciente”, dijo Cristina.
“Cuando tenés una tasa de interés como la que tenemos hoy, también estás emitiendo, porque estás pagando y cuando tenés pasivos remunerados en el BCRA, es preocupante”, completó sobre el tema. En otras palabras: una tasa alta te puede "secar la plaza" en el corto plazo pero en algún momento esos intereses hay que devolverlos y eso ya genera en el presente una expectativa inflacionaria.
Algunas horas antes, Guzmán había dicho exactamente lo mismo: "Una suba de la tasa no es efectiva para reducir la suba de precios, ya que puede llevar a una mayor emisión de dinero y, por lo tanto, a un aumento de la inflación”.
“Nosotros tuvimos una disputa muy fuerte con el FMI, que quería que subiéramos muchísimo la tasa de interés, y yo decía que no va a bajar la inflación. La inflación sube porque todo el mundo va a entender que la forma de que el Banco Central pague el mayor interés por las letras va a ser emitiendo, con más inflación, entonces, no sirve”, indicó el economista. Un palito para tigrense.
Si en los próximos meses la inflación persiste por encima del 8%, ¿subirán otra vez la tasa o tomarán nota Massa y el Banco Central de estas observaciones que vienen del círculo interno?
