La pasada noche del lunes, Zaira Nara llegó a MasterChef como invitada y se sumó a un complicado desafío junto a Wanda: preparar el omelette perfecto.
Si esta receta les salía bien, las hermanas ayudarían a que los participantes pudieran contar con más tiempo para cocinar. En caso contrario, les quitarían algunos minutos.
"Si el omelette nos llega a convencer, los participantes van a ganar más tiempo. Si les sale bien, les damos cinco minutos más. Si nos dejan mudos y es espectacular son diez minutos más. Pero si el omelette no les sale bien o se les quema les vamos a restar cinco minutos al tiempo que tienen los participantes", explicó Damián Betular.
Con humor, señalando a su hermana, Wanda expresó: "Eso no va a pasar, si ella vive a omelette y nueces". Luego de esto, las Nara pusieron manos a la obra.
"¿Por qué no le ponen un poco de perejil picado?", les sugirió Donato de Santis. Otra dificultad que tenían fue que todos los participantes estaban compitiendo de a dos y cada uno sólo podía utilizar una mano.
"¡Casi me cortás un dedo!", se quejó Zaira. "Ahora entiendo a los chicos, es imposible cocinar con la mirada tan atenta del jurado", lanzó Wanda nerviosa.
"No les tengo nada de fe pero las quiero", opinó Rodrigo, uno de los participantes. Finalmente, las hermanas terminaron su omelette y el veredicto de los jurados fue: "Es un omelette que está bien. Por eso, tienen cinco minutos más".
