Leandro trabaja en La Plata y es un verdadero fanático de los Agujeros Negros. Enseguida aparece la pregunta: ¿Se puede viajar en el tiempo gracias a ellos?
En diálogo con LAPLATA1.com, el joven Astrofísico egresado de la Facultad de Ciencias Astronómicas y Geofísicas de la UNLP se mete en el tema y también habla de las películas de ciencia ficción que hicieron su abordaje.
¿Pero cuando fue que se “enamoró” de los Agujeros Negros? “La curiosidad es un atributo con el que contamos muchos animales desde siempre. La necesidad de aprender y entender en los primeros años de edad, de explorar y conocer el mundo que nos rodea”, reflexiona.
“En mi caso, tuve la suerte de continuar alimentando esa curiosidad, sobre todo en temas relacionados a la naturaleza. En algún momento me debatí entre la paleontología y la astronomía, pero terminé cediendo alrededor de los diez años por esta última. La facilidad en matemática o física puede ayudar, pero no considero que sea algo determinante. Lo importante es encontrar la vocación que uno tiene y trabajar duro”, considera Leandro.
Y a continuación empieza a referirse a la posibilidad de viajar en el tiempo. Pero explica primero: “Vivimos en un universo de cuatro dimensiones: tres espaciales y una temporal. El espacio-tiempo es una única entidad y es un sistema material, es decir, puede mutar. Esto significa que tanto el espacio como el tiempo pueden sufrir modificaciones”.
Y tomando a John Wheeler, señala: “La materia le dice al espacio-tiempo cómo curvarse, y el espacio-tiempo le dice a la materia cómo moverse. Esto significa que, en presencia de un objeto compacto, como lo es un agujero negro, el espacio y el tiempo se ven altamente distorsionados cerca de su borde, que es lo que llamamos horizonte de eventos”.
De esta manera, “el tiempo sufre una dilatación gravitacional, y transcurre más lento respecto de un observador alejado”. Y ejemplifica: “Si yo estoy viendo desde lejos cómo vos orbitás en torno a un agujero negro, tal vez un minuto en tu reloj signifique un año en el mío. En este sentido, permanecer cerca de un agujero negro permite viajar en el tiempo hacia el futuro, porque cuando nos encontremos luego de diez minutos tuyos orbitando el agujero negro, me verás a mí diez años más viejo”.
Pero no todo es tan fácil como parece. Leandro inmediatamente aclara que esto no es factible: “La imposibilidad radica en primera instancia en que el agujero negro más cercano que conocemos está demasiado lejos cómo para que, con la tecnología actual, podamos alcanzarlo en el plazo de una vida humana”.
“Para hacernos una idea, viajando a la velocidad más alta jamás alcanzada por un ser humano en una nave espacial, de 40.000 kilómetros por hora, tardaríamos unos cien millones de años en llegar”, explica. Un pequeño viaje.
Interestelar es una de las reconocidas películas que aborda la cuestión de los Agujeros Negros: ¿Está bien encaminada desde lo científico?
“La ciencia ficción cumple un rol muy importante, ya que se retroalimenta con la propia ciencia. Valoro el arte en cualquiera de sus formas que acerque la ciencia a la gente o despierte la curiosidad. Hace unas cuantas décadas, la ciencia ficción asociada a la exploración espacial residía solamente en historietas o libros. A partir de 2001: Odisea en el espacio, la ciencia ficción de calidad empezó a tener un papel relevante en el cine, mayormente influenciada en esta película”, apunta.
“En cuanto a Interestelar, pienso que hay una sobrevaloración desmedida, además de que el guión mezcla ciencia ficción con fantasía. Más allá de esto, la imagen que se muestra del agujero negro está muy bien lograda”, reconoce Leandro.
Y agrega: “De hecho no es una imagen artística: es en realidad producto de una simulación hecha por supercomputadoras que Kip Thorne (premio Nobel de Física 2020) encargó realizar como asesor científico de Cristopher Nolan para la película”.
Ahora bien, podrían encontrarse Agujeros Negros mucho más cercanos que permitan una mínima esperanza de viajar en el tiempo: “No es imposible encontrar un agujero negro a una distancia 'accesible', pero sí es altamente improbable. Pero ojo: ‘accesible’ con muchísimas comillas”.
