Jonathan Gutiérrez tiene 27 años, y llegó a la ciudad desde Florencio Varela hace dos. A los 18 años perdió la vista producto de una enfermedad congénita, y en ese momento comenzó a conocer el fútbol para ciegos en el Centro Basko de La Plata.
Al tiempo terminó la secundaria y a estudiar el Profesorado de Historia, de las cuales destaca que “son las dos cosas más importantes de mi vida”.
“Hasta los 16 años veía bastante bien en aquel momento era la escuela EGB. Siempre tuve alguna dificultad para leer el pizarrón, pero luego tuve un año sabático donde comenzó a empeorar la cuestión de la vista, terminé por quedar ciego”, comenzó contando.
Y siguió: “En lo personal fue bastante duro, cuando empecé a deteriorar la visión, no quería salir de casa, me daba vergüenza que me vean caminar agarrado del hombro de alguien, todavía no usaba bastón”.
“Por el lado familiar también estaban impactados, porque si bien tenía problemas previos, fue bastante brusca la cuestión de ver a no ver. Fue reacomodarse a tener un hermano e hijo ciego”.
En cuanto a la actividad deportiva que lo ayudó a comenzar a lograr mayor independencia manifestó: “Hace ocho años que practico fútbol para ciegos. Lo que empezó como una práctica meramente deportiva para mí, hoy terminó siendo algo más vinculado a finalidades sociales”.
Y sumó: “Lo interesante que sucede es que muchas veces llegan chicos que vienen de la mano con su mamá o papá y se terminan yendo solos en colectivo, por ejemplo. Esto en el ámbito de la discapacidad es muy importante porque no está para nada dado, en comparación con chicos que no tengan ésta problemática”.
Por otro lado, remarcó la importancia de visualizarlos: “solemos cruzarnos con mucha gente en la calle que nos para para decirnos cuánto nos admiran. Uno a veces no sabe cómo reaccionar además de agradecer, hasta ah pasado que me felicitan por ser ciego, es re loco. Eso habla de lo poco que la gente nos ve y lo poco natural que les resulta ver a gente con discapacidad transitando los espacios”.
Jonathan también le dedica tiempo al atletismo, y realiza corridas acompañado de otra persona para completar los circuitos. Pero lo toma más como pasatiempo, ya que sus objetivos están en terminar el año y medio que le queda en la facultad y potenciar el fútbol para ciegos en la ciudad.
