Ante la escasez de agua dulce producto de la baja histórica del embalse Paso Severino a casi el 1% de su capacidad, el gobierno uruguayo autorizó mezclar agua del Río de La Plata, para abastecer a los hogares de Montevideo y zonas aledañas.
En las últimas horas se conoció que la calidad del líquido está perjudicando los aparatos y canillas de los usuarios, ya que contiene sodio y cloruros.
"El aumento de reparaciones ha sido muy notorio en los últimos dos meses. Los minerales y el sodio se juntan en el fondo del termotanque y dañan la resistencia. Aumentó un 60%, antes veíamos a 10 o 15 personas por día y hoy estamos atendiendo alrededor de 100", contó en declaraciones el encargado de una empresa del Barrio Malvín.
"Tenemos servicio a domicilio con una demora de 10 a 15 días, cuando antes el máximo era 3 días. Acá, en la planta estamos muy demorados, nos tomamos al menos 4 días para las reparaciones", agregó.
"La sal hace que se fisure el cobre y por ese lugar pierde agua. No quiero esperar, saqué el repuesto para comprarlo y colocarlo yo, aunque pierda la garantía, pero quiero el calefón para bañarme" señaló un vecino del barrio Unión, quien llevó a arreglar su artefacto.
La crisis hídrica en Uruguay, con una baja histórica de reservas a menos del 1% del embalse Paso Severino que abastece a Montevideo y zonas aledañas, alertó a la población por la falta de infraestructura en el país y mostró que los dos proyectos en pugna, la represa de Casupá y la planta potabilizadora de Arazatí, quedaron truncos por cuestiones políticas.
