Una familia fue víctima de un robo en su casa del barrio La Loma mientras estaban durmiendo. Fue en 49 entre 29 y 30 alrededor de las 4 de la madrugada. Los ladridos del perro preanunciaban lo peor.
Fue por esos ruidos que los dueños de casa decidieron bajar desde el sector de las habitaciones, en la planta alta del domicilio, a verificar qué sucedía.
El hombre contó que salió al patio junto a su mascota y que ahí lo tomaron por sorpresa, lo redujeron con un arma y le dijeron “ya está, quedate quieto, vamos adentro”.
Allí, con un golpe de puño en el rostro le hicieron saber que resistirse era una mala idea. También le pegaron un culatazo en la espalda.
Actuaron 3 ladrones con ropas oscuras, guantes y pasamontañas. Después, con amenazas para todos, incluso un hijo de 15 años, empezó la tortura psicológica.
Querían dólares, que no encontraron. Y justo cuando seguían con el interrogatorio, la sospecha del sonido de una alarma los puso en fuga. Al final, solo se llevaron una pulsera con eslabones de oro.
