No son semanas tranquilas las que se vienen viviendo en el complejo deportivo de Estancia Chica. La eliminación en Copa Sudamericana en fase de grupos sumado a que el equipo hace cuatro partidos que no puede lograr un triunfo (tres empates y una derrota) por el torneo local, en el que se empieza a acercar al pelotón de equipos de la parte baja de la tabla de posiciones, han puesto en el foco de análisis al ciclo de Sebastián Romero. A tres fechas de la culminación de la Liga Profesional LAPLATA1.com hizo un balance sobre uno de los aspectos más críticos de la temporada albiazul.
En lo que va del 2023 el Lobo lleva disputados 31 partidos oficiales correspondientes a tres competencias en las cuales en dos ya quedó eliminado. No obstante, uno de los puntos más flojos del rendimiento del equipo radica en la poca capacidad de respuesta una vez que en el compromiso queda en desventaja. En otras palabras, cuando el rival es el que golpea primero y el resultado se pone 0-1, los números de Gimnasia toman un color totalmente distinto al de los generales.
Hasta aquí, los registros arrojan que el plantel comandado por Sebastián Romero arrancó perdiendo un total de 15 partidos en la temporada: casi la mitad de los juegos totales del ciclo. La evaluación es ampliamente negativa: cayó en 13 de esos 15 choques. Completan la estadística un empate, curiosamente hace menos de una semana en el 1-1 agónico ante Independiente con gol de Benjamín Domínguez en el bosque; y una victoria.
En ese sentido el triunfo, pese a ser el único, tiene un sabor particular. Fue nada menos que el clásico ante Estudiantes del mes de marzo y en aquel enfrentamiento jugado en 60 y 118, Boselli había abierto la cuenta para el Pincha tras una distracción defensiva y en el complemento los goles de Alan Lescano y Cristian Tarragona de penal rompieron una racha de más de 13 años sin alegrías ante el eterno rival.
Cualquier observación pertinente puede mostrar que esta racha no solamente tenga un condimento deportivo sino también un factor psicológico, pero está claro que se ubica en la cima de las prioridades del cuerpo técnico y los jugadores albiazules. Hoy por hoy, la realidad indica que cuando Durso recibe el primer gol del partido es prácticamente imposible que Gimnasia modifique el resultado.
