Un posible “reencuentro” muy lindo podría tener lugar por estas horas. Lau Elisabeth Marc es la protagonista de esta historia: logró dar con la familia de una vieja amiga. Hace 35 años que no la ve.
Todo se remonta a la década del 80 en La Plata: “Nací en Alejandro Korn. Empecé a estudiar Veterinaria en el año 1984. A Elena la conocí ese año o al siguiente, no recuerdo bien. Ella era mayor que yo. Era bióloga, pelirroja y siempre tenía una sonrisa. Usaba camisas de jean y un pañuelito al cuello. No sé cómo nos hicimos amigas, pero siempre estábamos juntas”.
“En esa época ella trabajaba en el Zoo de la Plata, con los primates y en el serpentario. Siempre que tenía un rato libre iba a visitarla al Zoo. Yo nunca viví en La Plata. Siempre viajé desde San Vicente, en el Rápido Argentino que venía de Lujan, o salía a las 3 am. Iba en colectivo hasta Avellaneda y de ahí en tren a La Plata. No había trenes eléctricos. En los ratos que no cursaba, la iba a visitar. Cursábamos algunas materias juntas”, recuerda.
Finalmente Elena dejó la carrera y Lau logró recibirse. “Siempre ella tenía las palabras justas para decir, tenía una gran luz interior, era muy espiritual. Pero no sé por qué no la vi más. Tengo unas tarjetas que ella me escribió, que cada tanto aparecen entre los recuerdos”, señala.
La empezó a buscar cuando todavía no había redes sociales. Era mucho más complejo. No sabía su dirección. Solo recordaba que era de Tolosa: “Pregunté a colegas, llamé varias veces al Zoo, y nadie sabía decirme nada”.
“Cuando aparecieron las redes sociales, especialmente el Facebook, volví a buscarla. Encontré personas con su apellido, me contacté con ellas, pero nada. Periódicamente lo hacía y nunca obtenía respuesta”, agrega.
Pero en las últimas horas, la suerte cambiaría. Volvió a pedir ayuda para hallar a Elena. Fue en el grupo de Facebook “Dónde Estás” y le pasaron algunos números de teléfono. Era un gran avance.
“Los dos primeros no sabían nada, pero el tercero era de su sobrino, que me contactó con su hija. Todos muy amables. La hija me dijo que estaba bien, pero que desde que se jubiló ya casi no salía y que su celu estaba siempre apagado”, cuenta Lau.
“Me dijo que le iba a decir, que ella no se había olvidado de nadie. Le dije que le dé mi teléfono y que si ella quería me llame. Hasta ahora no me llamó. Quizás en algún momento quiera llamarme”, subraya Lau.
“Me encantaría verla, pero depende de ella”, cierra la ex estudiante platense en los 80.
