El empleado de un kiosco que funciona en la zona del hospital San Martín sufrió un violento robo.
En base a lo que relató ante la Policía, cuando atendió el comercio, que está situado en la calle 1 entre 69 y 70, ingresó un joven que primero se hizo pasar como cliente.
Sin embargo, el sujeto se tomó de su cintura y sacó un arma de fuego amenazando de muerte al kiosquero.
Lo insólito del hecho es que, en ese momento, la víctima abrió la caja registradora, donde solo había 15 pesos. Enojado, el ladrón empezó a exigir la caja fuerte, que el negocio no tiene.
Por eso lo llevó hasta el baño a empujones, donde lo dejó encerrado. Al cabo de varios minutos, cuando el damnificado escuchó otra voz distinta en el salón de ventas, empezó a pedir ayuda a los gritos y así pudo salir de su encierro.
Ahí fue que, entre los faltantes, descubrió una campera de su propiedad y 20 paquetes de cigarrillos.