En la Facultad de Psicología de la UNLP, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof encabezó una mateada junto al dirigente del Frente Patria Grande Juan Grabois, la legisladora porteña Ofelia Fernández y el ministro de Justicia y Derechos Humanos Julio Alak.
Ofelia Fernández fue la primera en tomar la palabra: "Tengo la sensación de que vamos a ser, a futuro, hijas e hijos de la apatía política, que es distinto a la derechización".
Tenemos que hablar de cara a las y los bonaerenses: dialogar, escuchar y responder. Mostrar aquello que pudimos hacer, hacernos cargo de las dificultades que existen y avanzar sobre las cosas que faltan para que el pueblo viva mejor.
— Axel Kicillof (@Kicillofok) September 4, 2023
La mejor forma de defender la escuela, la… pic.twitter.com/QJKFWbdVSm
"Sienten que la política no ofrece respuestas a los que son más chicos que yo. Somos una generación de la incertidumbre. Esto se ve muy claro con el tema de la vivienda y lo difícil que se vuelve todo para los jóvenes", indicó.
"Es normal que sientan distancia con la política porque no hemos ofrecido respuestas. Sobre todo en los últimos 8 años. Nuestra fuerza debe ofrecer respuestas concretas", insistió.
Luego, sostuvo: "No le tengamos miedo a Milei y Bullrich. En la historia argentina hubo momentos peores que éste. Tenemos que ser los guardianes para que los defensores de los represores no lleguen al Gobierno".
“Merecemos un presente mejor, debemos lograr un cambio de horizonte. No podemos ser los conservadores de la política. Hay que ponerle nombre a las transformaciones. Hay que ganar, pero ganar para cambiar este presente", reflexionó.
A su vez, dijo que no se puede argumentar que se haya perdido por "instalar agendas de minorías". "No se puede decir que el problema haya sido la agenda feminista. No me jodan con eso. Incluso falta más agenda feminista. Eso no es incompatible con la agenda social", agregó, y despertó un aplauso cerrado.
A continuación, elogió a Axel Kicillof: "Las convicciones no son piantavotos, y Axel lo demostró ganando". "A Axel no le importó ganar votos, sino ganar derechos. Y nos damos que cuando garantizamos derecho, se obtienen votos también", agregó eufórica.
"No hay que dejar pasar las mentiras", insistió en varias ocasiones. Y puso como ejemplo cuando los libertarios dicen que Lali Espósito vive gracias al Estado: "¡Pero si trabaja desde los 5 años, todos la vimos en televisión!", clamó, y terminó su intervención al borde de las lágrimas por el apoyo de la militancia.
Luego fue el turno de Juan Grabois: "El fervor de los conversos nunca me gustó. Valoro el debate horizontal, pero también cierto orden vertical en la toma de decisiones. Por eso, ni muy muy ni tan tan".
"No soy candidato a nada, y estoy poniendo la trucha diciendo que hay que votar a Massa. Basta de pases de facturas. Se acabó el internismo. Yo primero. Massa es un patriota, de ojos celestes, un tipazo. Tengo claro que la patria está en peligro", lanzó.
"No sé cuántos de ellos van a un penal, van a un comedor, van a un hospital, van a un barrio", afirmó luego en referencia a los libertarios y su concepto de casta.
"Hay gente de las barriadas que votaron al falso profeta, y eso es un déficit. Es tan categórico que no verlo es una señal de imbecilidad. Buscar el problema en las narrativas es mear fuera del tarro; el problema es la destrucción de los ingresos populares, sobre todo de los informales", subrayó en otro pasaje.
"El voto de Milei coincide como un calco con las personas que han perdido un 20% de los ingresos de los informales", añadió.
"Hay que romper el chanchito para que los que perdieron con la devaluación impuesta por el FMI recuperen sus ingresos", siguió.
"En los últimos cuatro años sufrimos las 7 plagas de Egipto. Hubo mucha tristeza, muchos shocks negativos. Hace dos años estábamos todos con barbijos. Tuvimos saqueos, una guerra, inflación que nunca tuvimos. Y casi la matan a Cristina. No es joda. Fue un plan armado y encubierto por la política opositora que está cerca ahora de llegar a la Casa Rosada. Eso desorientó al movimiento popular. Derivó en cosas insospechadas", manifestó e insistió en dejar atrás el internismo y salir a buscar a los que no votaron en las PASO.
"Debemos frenar a los que quieren destruir la concepción de derechos humanos y a los que quieren demoler el edificio del Ministerio de Desarrollo Social", cerró enfático.
Finalmente, Axel Kicillof destacó: "Ayer lo escuchaba a Milei diciendo que él va a terminar con el Kirchnerismo. Nosotros a partir del 2016 bajamos a las plazas, a dar la cara y explicarle a la gente lo que habíamos hecho. Querían dar por terminada esa experiencia política. Fuimos a las plazas porque no había nada que ocultar, entonces festejo que esto vuelva a hacerse".
"Tenemos que sentarnos en las plazas, en las escuelas, en las universidades a escuchar, a contar y a dudar también. Estamos obligados a escuchar a una generación nueva, que experimentó sobre su vida adolescente algo muy frustrante. A un chico le hablamos del 2001, de Néstor, de Cristina, de lo que hicimos, y ellos no lo vivieron. Para ellos es como contarles de la Revolución del Mayo. No lo procesaron, no tuvieron esas vivencias, entonces es difícil transmitirlo", reflexionó.
“En las redes sociales hay elementos totalitarios. Son propiedad de empresarios que no está regulados. Le han bajado la cuenta a un presidente como Trump, que ya saben que no es de mi gusto. Yo me permito dudar de los algoritmos. Milei no es disruptivo, crítico ni rebelde. Yo no veo nada relacionado a Milei y me salta todo el tiempo en las redes. Dejen que dude de la objetividad de los algoritmos de las redes. Yo creo en la red social de la militancia", aseguró el Gobernador.
"Es una elección importante para dejarla en manos del algoritmo de Twitter o Google. Este campaña la tenemos que hacer a pie. Que sean mil plazas más, Ofelia", subrayó.
"El rasgo más distintivo de las PASO es que hace 6 meses pensaba que era el futuro presidente de Argentina, y hoy hay que ver dónde está escondido. Ya se había mandado a hacer la banda. Lo que se pinchó es el globo amarillo. Comparto que es un momento crucial, parteaguas. Lo peor que podemos hacer es criticar y subestimar a los que votar a unos u otros. Las urnas hablaron, y yo lo recojo. Lo peor que podemos hacer es enojarnos con los que votaron de otra forma", añadió.
Luego dijo que "Macri destruyó a Larreta. No sé por qué motivo. Prefiero no saberlo". "El sueño del macrismo de volver al poder parece complicado. En esta última elección, el pueblo derrotó al macrismo", sostuvo.
También habló de la apatía política: "Nosotros nos jugamos la final del mundo y cuando entras a la cancha no hay público, no hay Copa".
"La gente tomó nota de que el macrismo no puede resolver los problemas. Esa batalla logramos ganarla. Nos querían decir que era la derecha moderna. Pero el otro saldo es que nuestra fuerza política tiene dos falencias. Primero es que estamos pifiando en la capacidad de comunicar. Tenemos que hacer un mea culpa porque las cosas que dice Milei son gravísimas pero evidentemente no lo logramos transmitir. La culpa es nuestra, no del votante, tenemos que comunicar mejor", agregó.
"Y lo segundo que no hacemos bien es explicar lo que queremos hacer. No tenemos que venderle esperanza a nadie. No vamos a entusiasmar con una propuesta nostálgica. No podemos vivir más del tufillo de los grandes éxitos cómo pasa en el rock. Hay que componer nuevas canciones, no repetir las canciones que ya sabemos todos. No alcanza con que regrese el Conectar Igualdad o el Quinita. Va a haber que hacer un esfuerzo creativo para expresar ideas anteriores y nuevas de otra forma. La sociedad no es la misma. No podemos mentir, no podemos decir que todo está bien. Esa es la trampa en que nos quieren meter. Ustedes, la militancia, son los que más potencia tienen. Hay que solidarizarse, hay que empatizar con el otro", cerró Kicillof.
