En la sesión de este jueves, el Senado Bonaerense dio media sanción a un proyecto inclusivo para personas con discapacidad.
En particular, la propuesta busca mejorar su interacción con el personal policial.
“Establécese con carácter obligatorio y permanente en los contenidos de estudios para el ingreso en las Policías de la Provincia de Buenos Aires y en las capacitaciones propias del personal policial, la formación en Lengua de señas y en el uso de aplicaciones y recursos comunicacionales idóneos para el contacto con personas discapacitadas”, reza la iniciativa de la senadora Lorena Petrovich.
En ese marco, el artículo 202 de la Ley 13.482 del Personal de las Policías de la Provincia de Buenos Aires, quedará redactado de la siguiente manera: “i) Garantizar la formación práctica en Lengua de señas, recursos tiflológicos, uso de aplicaciones y todo medio que facilite la comunicación con las personas con personas con discapacidad”.
En los fundamentos, se señala que el objetivo es “establecer, con carácter obligatorio y permanente, la formación en Lengua de señas y en el uso de aplicaciones y recursos comunicacionales idóneos para el contacto con personas discapacitadas, en los estudios que deben cursar quienes se postulan a integrar las Policías de la Provincia de Buenos Aires; así como en las diversas capacitaciones que realiza el personal policial a lo largo de su carrera”.
“La decisión de sumar a los futuros agentes policiales la aptitud de interactuar a través de formas alternativas de comunicación se impone cuando consideramos cuán necesaria ésta resulta para canalizar de manera urgente e idónea un pedido de auxilio por violencia doméstica, un problema de tránsito o una denuncia ante un problema de seguridad, entre tantos otros motivos por los que se recurre a un funcionario policial, sin margen para convocar a un traductor o a quien oficie de tal”, se explica.
Así, los agentes deberán formarse en el conocimiento y práctica de la Lengua de señas y tener la disposición y el conocimiento para aplicar diversas técnicas y aplicaciones innovadoras –como la app Háblalo- a las que pueda apelarse en la interacción con personas que afronten hipoacusia, sordera, mudez, dislalia, ceguera, disminución visual u otras dificultades vinculadas a la transmisión y recepción de mensajes.
“Dado que las personas discapacitadas no tienen la opción de escoger al funcionario policial con el cual van a interactuar, es que debe garantizarse que encuentren agentes preparados para brindarles el debido servicio, en todo tiempo y lugar en que realicen su gestión”, se subraya.
Por otro lado, sugiere que se considere el uso institucional creciente de paneles de comunicación con escritura braille, soportes con fotografías o dibujos sobre las que se pegan los mensajes correspondientes en braille, de manera que el usuario pueda comprender indicaciones básicas de orientación o información y señalar con seguridad lo que necesite, hasta tanto pueda generalizarse el uso de tiflotecnología, aparatos y dispositivos que le permiten a las personas ciegas, su acceso a distintas tareas y conocimientos como, por ejemplo, la lectura y la utilización de computadoras.
