Un hombre de 35 años sufrió un ataque en el barrio El Palihue, muy cerca de las calles 122 y 99, donde intentaron asaltarlo y le pegaron un tiro en una pierna.
Según se informó, fue rodeado por un grupo de personas, que le exigió la entrega de todas sus pertenencias.
Sin embargo, el hombre también contó que ofreció resistencia y que eso le valió un balazo, que le atravesó la pierna izquierda.
Al parecer, una vez que se produjo la detonación, los ladrones huyeron en distintas direcciones, circunstancia que fue aprovechada por el herido para trasladarse, como pudo, hasta la casa del tío, que lo asistió y lo llevó de inmediato al hospital San Martín.
Una vez en ese centro asistencial, al comprobar que el proyectil había provocado a su paso un orificio de entrada y otro de la salida, no existiendo lesiones de consideración en arterias, los médicos comunicaron a las autoridades que estaba fuera de peligro.
Sin embargo, para monitoreo clínico preventivo, decidieron dejarlo internado en observación.
Se supo que por las características de la zona del ataque, donde las noches realmente se tornan bastante oscuras ante la escasa iluminación artificial, el damnificado no pudo aportar muchos datos sobre los autores del feroz ataque. Ni siquiera sus características físicas.
Ahora solo queda la posibilidad de obtener imágenes en alguna cámara de monitoreo urbano o domiciliario, aunque tampoco hay certezas de que su existencia.
