Clara e Iván se conocieron a mediados del 2019 en La Plata. Ella llegó desde El Bolsón con el objetivo de estudiar una carrera universitaria, del mismo modo que lo hacen cientos de jóvenes cada año.
Por casualidades de la vida o el destino, según quiera creer cada uno, a través de un amigo en común forjaron una amistad que con el correr de los días se transformó en algo más. Comenzaron a conocerse en profundidad, compartir momentos y tiempo después, decidieron empezar a convivir.
Iván, platense de toda la vida, trabajaba mientras que Clara progresaba en su carrera en la Facultad de Periodismo y Comunicación Social, sin saber que tiempo después, se recibiría vía Zoom en un recóndito lugar de la provincia de Tucumán.
Con el sueño de conocer el mundo, ahorraron durante dos años, guardaron sus pertenencias en la casa de un familiar, vendieron otras y cazaron la mochila para “escapar de la rutina, el trabajo y los estudios”.
Como grandes aventureros y amantes de nuestro país, recorrieron el norte por más de 40 días. En dialogo con LAPLATA1.com, contó que “conocer las Salinas fue una locura y el Parque Nacional Ibera también”.
Posteriormente, se trasladaron a Brasil, para seguir recorriendo el mundo. Pero antes, ocurrió un hecho tan tenso para ellos como divertido por la anécdota misma. Resulta que al vencerse la licencia de conducir del platense Iván, en la provincia de Tucumán, la pareja tuvo que hacer un cambio de domicilio apresurado para poder renovarla y continuar con su viaje.
“Hicimos el cambio”, dijo la muchacha nacida en El Bolsón, por lo que ahora, técnicamente, el joven no pertenece más a la ciudad de La Plata. “Esa fue una semana caótica”, describió Clara al contar que durante esos días también le tocó rendir el coloquio final que la coronó como Licenciada en Comunicación Social.
Continuando con su aventura, la pareja contó que “no tenemos planes de volver a la Argentina por el momento. Queremos conocer más de Brasil, ir a Costa Rica, Ecuador o Nicaragua”. Pese a esto, indicaron que “amamos nuestro país y extrañamos a nuestra familia”. Para sostener esta locura de travesía, en este momento, los jóvenes realizan un voluntariado en hotel donde obtienen una habitación y comida por día, además de los ahorros que se llevaron desde que partieron de La Plata.
