Yesica nació en Bahía Blanca, llegó a La Plata en el 2011 para terminar la carrera de Abogacía y ahora necesita la ayuda de todos para recuperar un regalo muy especial de su primera amiga en nuestra ciudad.
Motorizó la búsqueda en sus redes sociales y LAPLATA1.com habló con ella: una historia de amistad hermosa que las une. ¿El objeto? Una bufanda.
“Esa bufanda me la regaló la primera amiga que hice en la ciudad. La primera compañera que tuve en la facultad. Me acuerdo que me la regalo en mi cumple. Fue un 20 de enero del 2017. Y me dijo ‘te va a traer suerte’ y se reía. Era un regalo gracioso para un día de 40 grados de temperatura”, recuerda.
Pero su amiga, Maru, no se equivocaba. Le trajo muchísima suerte. Yesica nunca pudo despegarse de aquella bufanda.
“Me acompañó en cada invierno frio yendo a trabajar a las 5am. Me sirvió de ‘almohada’ en el colectivo y abrigó a mi bebito en cada salida a la pediatra porque si le ponía mantita lloraba, pero si lo cobijaba con mi bufanda se calmaba. Se ve que sentía mi olor ahí y se quedaba tranquilo”, explica.
“Esa bufanda fue mi compañera. No usaba otra. Solo esa. Tengo miles de fotos yendo a buscar a mi bebé al jardín con esa bufanda puesta”, agrega la bahiense.
Por eso, todavía lamenta el descuido que tuvo lugar el 26 de octubre. Su amiga ya sabe también sobre la pérdida. Todavía no bajan los brazos.
“No había dormido casi nada porque a mi bebé le están saliendo las muelitas y yo trabajo en CABA así q a las 5am ya estoy yendo a trabajar”, empieza su recuerdo de aquella jornada.
“Al regreso la usé de ‘almohada’ (en la línea Metropol) para poder dormir más cómoda ya que estaba contracturada. Tenía miedo de pasarme de parada y me desperté enseguida en la parada de Plaza Italia. Ahí tenía que bajar. Me desperté un poco ‘zombie’ por no estar muy descansada y me bajé rapidito. Era uno de esos días donde a la mañana hizo frío y a la tarde calor. Eran alrededor de 15:30 horas y no tuve la necesidad de cubrirme el cuello así que no me percaté en su momento”, sigue relatando Yesica.
Y recién al día siguiente se dio cuenta del descuido: “La había dejado en el asiento. Viajé sola ese día, así que no había alguien al lado que la viera y me llamara para retirarla”.
“Mi angustia fue tremenda. No soy de encariñarme con las cosas materiales pero esta bufanda yo la amaba. Una semana estuve escribiendo a Metropol, consultando a cada chofer y publicando en los grupos de cosas perdidas pero nadie la vio. Es una bufanda preciosa que abriga y hasta te da como alegría ver los colores”, reconoce.
Y completa con alguna esperanza: “Apelo a la buena fe y voluntad de la gente porque esa bufanda vivió conmigo momentos hermosos y hoy con mi bebé de un año y 5 meses, ya más grande, aun la sigue buscando cuando quiero cobijarlo”.
Ante cualquier información, Yesica dejó su Facebook para poder recuperar su amada bufanda.