Nelly es de Gonnet y una verdadera luchadora. Hace casi doce años quedaba embarazada. Era un momento muy difícil pero también fue el puntapié de algo hermoso.
“Soy la menor de 10 hermanos”, cuenta en diálogo con LAPLATA1.com. “Misma mamá, mismo papá todos. Ellos siguen juntos y están más felices que nunca”, dice con orgullo.
En el 2011 su vida generaría un vuelco total. Nelly quedaba embarazada. Tenía 20 años.
“Yo en ese momento trabajaba 12 horas en una quiniela. Me acuerdo que cobraba 8 mil pesos. Así comenzó mi hermoso viaje a la maternidad”, recuerda.
“Por suerte tengo un familión, que nunca me abandonó y siempre me apoyaron tanto desde lo material como sentimental. Doy gracias a Dios por eso. Tenía, encima, un embarazo de riesgo, pero hablando con mi obstetra decidí seguir adelante”, reflexiona.
Y hoy no se arrepiente para nada. Milagros se llama su pequeña. O no tan pequeña: ya casi tiene 12 años.
“Cuando la tuve a Mili, siempre la cocina me gustaba. Hice cursos, pero en general me doy maña con lo dulce. Incluso puedo cocinar lo dulce a ojo”, cuenta Nelly.
Y así, con su reciente bebé, puso manos a la obra. No paró de cocinar. Los tutoriales ayudaron para perfeccionar las técnicas.
“Ya llevo 12 años con este proyecto. Hago pan dulce, huevos de pascuas, tortas dulces y comidas para eventos. Me apasiona, lo hago con todo el amor del mundo. Lamentablemente mucha gente no lo entiende. Le mando la lista de precios y a veces me dicen que buscaban algo más económico. No sé la gente qué entiende por económico. Yo uso productos de buena calidad y no escatimo en nada”, manifiesta Nelly. El nombre del emprendimiento es una mezcla del suyo y del de su hija: "Millys".
Y completa: “Antes me encerraba en mi quincho de mis viejos para cocinar cuando mi hija era bebé, y hoy lo hago con ella. Soy una persona súper laburadora. Lo importante es hacer todo con amor y pasión”.
