Francesca tiene 7 años, es de La Plata y gracias a una tarea del jardín de infantes durante la pandemia descubrieron un nuevo mundo. Lo descubrió Francesca pero su mamá, Valeria, no se quedó atrás.
En los últimos días, tuvieron un “golpe” a ese sueño: dejaron una caja con plantines en un micro de la línea 307. Lo publicaron en las redes sociales para recuperarlo pero ya bajaron los brazos.
“Quizás esa cajita ha llegado a un lugar donde se dará comienzo a una nueva huerta en casa, que en realidad es lo que fomentamos”, explica Valeria en diálogo con LAPLATA1.com.
Lo curioso es que ninguna de las dos tenía interés por el “mundo vegetal”. Todo surge a partir de una tarea para Francesca.
“Pertenecemos a un grupo de intercambio de semillas. Mi hija de 7 años es la integrante más pequeña de ese grupo. Empezó en pandemia por una cuestión de salud, necesitaba hacer algo, y el jardín le propone comenzar con una huertita en casa. A ella le interesó mucho y cuando salíamos de la pandemia, un día encontramos un grupo de intercambio en una plaza, todavía con barbijos, y a partir de ahí no nos separamos nunca más”, recuerda la mamá.
“Ella germina sus propias semillas, hace intercambios en Liniers y vamos a todos lados. Somos de viajar con cajas y plantines en los micros. Era muy temprano, íbamos a la escuela, y yo después tenía que ir con los plantines para una casa de unos abuelitos donde trabajo”, señala sobre el día en el que olvidaron la caja.
Francesca es una pequeña muy especial. “Muy amplia”, la define su mamá: germina, juega al fútbol, era murguera y cría mariposas. Una genia.
“Nosotros vamos propagando e incentivando a otras personas a que puedan disfrutar de todo lo que es consumir tus propias verduras y frutas. Tiene otro gusto. Estamos aprendiendo”, cuentan ambas.
Y completa: “En el grupo de intercambio de semillas es todo dar, compartir. Nada se compra, nada se vende. Es un grupo hermoso y lo compartimos una vez al mes”.
