En diferentes países del mundo tomar una siesta por la tarde es un momento de descanso que forma parte de la rutina cotidiana. Sin embargo, mientras la siesta en España e Italia se practica luego o alrededor de la hora del almuerzo y en el interior del hogar, en Japón es un hábito que consiste en dormir en la escuela o en el trabajo u otros lugares públicos durante un periodo de tiempo que puede variar entre 5 a 60 minutos.
Contrario a lo que en otros países podría verse como un comportamiento inadecuado por ser símbolo de pereza, la tradición de tomar una pequeña siesta en medio de la jornada estudiantil o laboral gana terreno en la cultura japonesa. En el país nipón a este hábito de dormir en lugares públicos se le llama inemuri.
El inemuri significa “estar presente mientras se duerme”, es la práctica de dormir por períodos cortos durante actividades cotidianas como los estudios o el empleo. En la cultura japonesa, esta siesta es vista con buenos ojos debido a que supone un indicador de trabajo duro, ya que si te quedas dormido en público esto demuestra un cansancio severo causado por horas de trabajo o estudio riguroso.
Brigitte Steger, profesora de la Universidad de Cambridge y autora del libro “Inemuri: Cómo duermen los japoneses y qué podemos aprender de ellos” se especializa en la investigación de los aspectos sociales y culturales del sueño en Japón.
La especialista sostiene que el inemuri es un hábito aceptado por la población nipona en general porque esta siesta se interpreta como una señal de que la persona está tan comprometida con sus obligaciones que se le permite recuperarse brevemente para continuar con sus tareas con renovado empeño.
Si tuviéramos que resumir el inemuri en tres pasos, serían los siguientes:
El primer paso es elegir el espacio en el que se realizará: en Japón suele ser en la escuela, el trabajo, el transporte público e incluso en cafeterías.
El segundo paso es definir el tiempo: puede variar entre 5 a 60 minutos, de acuerdo a las necesidades o posibilidades de quien la realice.
El tercer paso es tener en cuenta que, debido a que ocurre en el espacio público, el sueño puede ser interrumpido en cualquier momento por exigencias laborales o situaciones imprevistas.
Según los expertos de Mayo Clinic, la siesta ofrece diversos beneficios para la salud, como un estado de mayor atención y mejor ánimo, relajación, reducción de la fatiga, así como un mejor nivel de productividad.
Además, en un estudio publicado en Obesity, una revista sobre prevención y salud pública, se destaca la importancia de la siesta diurna corta, menor a 60 minutos, para aumentar la energía y mantener el peso corporal y los niveles de azúcar en sangre. Tener el hábito de hacer una siesta corta durante el día ayuda también a evitar el aturdimiento al despertar y previene los problemas de sueño por la noche.
