Luego del anuncio de Luis Caputo, el tipo de cambio saltó a $830 por dólar este miércoles y, consecuentemente, generó una escalada de precios en la actividad económica argentina.
A días de las fiestas, la carne, elemento fundamental de la mesa de los argentinos, subió entre ayer y hoy cerca de un 50% en el mercado de Cañuelas, por lo que el precio del asado llegaría a $8.000 el kilo.
En medio de la vorágine cambiaria y a la espera del paquete de medidas que luego anunció Caputo, el Mercado Agroganadero de Cañuelas (MAG) se adelantó a la devaluación con alzas llegaron a superar el 38% en las categorías destinadas a cortes de consumo, los que se distribuyen en carnicerías y supermercados de Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).
Ante esta suba, en las carnicerías estiman que el precio promedio de los cortes más consumidos, entre los que se encuentra el asado, podría superar los $7.500 por kilo en los próximos días y llegar al consumidor a un valor de $8.000.
Aumento de los precios en hacienda: cuáles son las causas
La posible quita de retenciones y la expectativa de mayor regulación por parte de la nueva administración son algunas de las causas que impulsaron la suba de precios. A esto se le suma la posible quita de los cupos de exportación del maíz que también provocará un incremento del principal insumo de los feedlots, lo que también contribuirá al aumento de las cotizaciones.
Al mismo tiempo, la mayor demanda por la llegada de las fiestas de fin de año también puede influir en el valor lo que podría provocar que el consumidor convalide los nuevos valores en cuanto las carnicerías repongan los cortes.
Qué ocurrirá con los precios en las próximas semanas
Una menor producción, de la mano de un eventual mejor escenario para exportar, redundaría en menor oferta interna. “En función de lo que este Gobierno está anunciando como medidas, tales como la reducción de la brecha cambiaria o la quita de restricción a las exportaciones, diría que probablemente el faltante va a pegar más en el mercado interno que en la exportación”, señaló el consultor ganadero Víctor Tonelli.
“La parte negativa de este escenario, que deriva de la liquidación del 2023 y ya que los procesos biológicos no permiten una rápida recuperación de la oferta, es que va a faltar carne en el mercado interno. Y, por lo tanto, la carne en términos relativos se va a encarecer”, explicó Tonelli, quien concluyó: “Hoy, efectivamente, la carne ha recuperado un valor alto. Pero en nueve de los doce meses del 2023 fue muy barata, corriendo por detrás de la inflación.
"En cualquier caso, es un dato que proviene de alguna manera de los estragos que hizo la sequía, que envió a animales muy jóvenes a la faena y a los corrales e impidió el proceso de recría que hace que los animales pesen más a la faena. Ese conjunto de impactos de la sequía, sumado a la sobre liquidación de vacas, son las que van a faltar en 2024 y 2025. Además, por efecto de la sequía, van a faltar probablemente un millón y medio de terneros. Todo eso va a afectar en la oferta, probablemente a partir de marzo e impactará también en 2025, en menor escala, pero habrá efecto residual”, sostuvieron.