El fiscal de Homicidios Dolosos de la Segunda Circunscripción de Rosario Ademar Pedro Bianchini (57) fue hallado muerto es su casa este domingo al mediodía. Fue su esposa quien encontró el cuerpo en una de las habitaciones de la propiedad que compartían en el barrio Hospitales.
Según fuentes policiales, el alerta se irradió este 31 de diciembre a las 13. A la Unidad Regional II de Rosario llegó el aviso sobre el hallazgo de un cuerpo sin vida en una de las viviendas de Virasoro al 1400.
Al llegar al lugar, los policías se entrevistaron con la esposa de la víctima. La mujer refirió que, cuando volvió a su casa, encontró a su esposo tendido sobre la cama en unas de las habitaciones. “Tenía un disparo en la cabeza”, explicaron.
El Sistema Integrado de Emergencias Sanitarias (Sies) acudió al lugar y constató la muerte por el ingreso de un proyectil de arma de fuego por la zona temporoparietal derecha.
Ante esto, se dio aviso a los colegas del fiscal fallecido de la división de Homicidio Culposos del Ministerio Público de la Acusación (MPA). El caso recayó en Walter Jurado, quien ordenó que se hagan pericias al lugar en el marco de una causa que se investiga como “Suicido/Muerte dudosa”.
“Desde el MPA manifestamos nuestra más profunda consternación y dolor por el fallecimiento del fiscal Ademar Pedro Bianchini ocurrido en las últimas horas en Rosario”, fue el comunicado del Ministerio Público de la Acusación rosarino tras conocerse la noticia sobre la muerte del funcionario judicial.
Bianchini era el fiscal del resonante crimen del colectivero César Roldán (40), acribillado mientras conducía el interno 1.219 de la Línea 116 del transporte urbano de pasajeros de Rosario y cuya hipótesis residía en que la víctima no tenía ningún tipo de relación con la nota que dejó el sicario: “Valen, dejá de hacerte cuidar por la Policía”.
Fue Bianchini quien, en conferencia de prensa, rápidamente aclaró que el cartel dejado en la escena del crimen tenía una clara alusión a un preso alojado en la cárcel de Piñero y que está imputado como presunto gatillero de la banda narco liderada por el clan Funes, que opera principalmente en barrio Tablada, en el distrito Sur.
Una mecánica similar a la de Roldán se vio en Rosario el pasado 1° de febrero con el crimen de Lorenzo “Jimi” Altamirano, un malabarista de 28 años que fue secuestrado al azar –de acuerdo a la causa que impulsan los fiscales Luis Schiappa Pietra y Matías Edery– en la zona de 27 de Febrero e Iriondo y, posteriormente, fue ejecutado de tres disparos frente al Coloso Marcelo Bielsa.
Sobre el cuerpo de “Jimi”, los sicarios dejaron una nota dirigida a integrantes de Los Monos que regentean la barra brava de Newell’s, con quien Altamirano no tenía ningún tipo de relación. El primer fiscal del caso también había sido Bianchini.
