Ayer por la noche se vivió una nueva gala de Gran Hermano. la cual tuvo como protagonista a la uruguaya Rosina Beltrán. Es que la joven fue una de las participantes en atender el teléfono rojo, un juego que ya estuvo en el ciclo hace varios años y que volvió en esta edición para sumarle picante a la competencia.
Como consecuencia de eso, la participante obtuvo el beneficio de la fulminante y gracias a eso, pudo sumar a uno de sus compañeros automáticamente a placa de nominados.
Luego de mucho pensarlo y de que Santiago del Moro, le pidiera que se apure, Rosina se mostró dubitativa en su decisión pero finalmente lanzó: “Es muy difícil porque no sé, estoy entre dos personas. Pero bueno, a Licha”, remarcó la participante.
Su decisión generó todo tipo de repercusiones tanto dentro de la casa como en las redes, donde muchos la castigaron a pura burla y algunos, muy pocos, destacaron su carácter estratégico.
La mayoría de los fans de Gran Hermano cayó contra Rosi por no jugar la carta de la venganza. Muchos esperaban que eligiera a Alan en lugar de a Licha, ya que la semana pasada la había nominado cuando tuvo la posibilidad, una movida que fue leída como un claro despecho.
“Estaba entre él y otra persona, bolu..”, se defendió ella, mientras Alan, que la semana pasada la mandó a ella a placa le explicaba: “Hoy te vas a sentir mal todo el día, pero tratá de no pensar tanto”.
El teléfono rojo se instaló nuevamente en la casa más famosa del país y cada vez que suena, los participantes deberán atender sí o sí. Si no lo hacen serán castigados. De esa misma manera, cuando sí lo hagan podrán recibir varias cosas: desde beneficios, prendas, desafíos y hasta algunas que no los favorecen para nada.
De esta manera, Lisandro Navarro que es del “Imperio Romano”, es decir, del otro bando al de “Las Furiosas” podrá irse del ciclo el próximo domingo.
