La novela de Rodrigo Saravia fue una de las principales que tuvo Gimnasia en este mercado de pases, junto con la de Rodrigo Holgado. Es que ambos eran casos similares: tenían intenciones y ofertas para emigrar, pero las negociaciones fueron dilatándose por la falta del resarcimiento que pretendía el "Lobo" para liberarlos antes, cuando aún tenían vínculo por delante.
El caso de Holgado, es sabido, terminó bien para el delantero, pues cambió de aire como buscaba y se convirtió en jugador de América de Cali finalmente, y no siguió en Chile como todo hacía indicar. Pero por el contrario, lo de Saravia no llegó a buen puerto y quien se encargó de explicar las razones fue el propio futbolista, en diálogo con Carve Deportiva. A la vez no ocultó su enojo por ciertos comentarios.
"Fue una decisión personal. Me había gustado la idea de ir. En lo económico me servía para tener una base y uno en lo primero que piensa es en la familia, aunque en lo deportivo quizás no era lo mejor, y la zona y las condiciones no terminaban de cerrar", argumentó, en primer lugar, al momento de enumerar los motivos de su negativa. Y tal como reconoció, aunque "ya había acuerdo entre Peñarol y Rostov y estaban en charlas con Gimnasia por ver el monto", lo definitorio fue la reunión que tuvo con un dirigente albiazul.
"Cuando se llegó a un entendimiento, pasé por el hotel para tener una charla con Marcelo Gauna y ahí me terminé de convencer", admitió sobre el punto culmine para su continuidad. Con esa confirmación, entonces, ahora el volante buscará acallar las voces críticas que le dolieron. "Estaba enojado por las cosas que se decían, que era un mercenario. Las redes son así pero el cariño que me demostraron acá hace mucho que no lo sentía. La gente es increíble y eso fue clave para que me quede", expresó.
