Daira es policía, pasó un momento complejo en la pandemia y desde pocos días puso las manos en la masa.
Junto a una amiga, hacen prepizzas y “cositas dulces”. Su amiga comenzó en el 2022 pero ella fue más remolona y recién ahora se lanzó de lleno pero sin dejar la fuerza de seguridad. Hoy presta servicio en Berisso.
“En el 2023 ella tuvo unos problemas familiares y la trasladaron a Ituzaingó. Yo durante toda la pandemia estuve desafectada porque hice abandono de servicio, también por un traslado”, cuenta en diálogo con LAPLATA1.com.
“Hace dos años aproximadamente que estoy trabajando en Berisso. A ella la desafectaron también, así que se metió a fondo con esto de las ventas”, señala.
Desde hace bastante tiempo le vienen insistiendo para que sume: “La realidad es que lo hago para tener una entrada más de dinero porque hoy en día no alcanza para nada, y yo tengo dos nenes. Entre las dos siempre nos ayudamos”.
“Ella me hace los envíos cuando hace los suyos y cocinamos juntas en su casa”, revela Daira.
“La realidad es que todos los días aumentan las cosas. Lo que saco en las ventas es para reponer. Me gusta hacerlo y no me da para aumentar porque a la gente le cuesta”, reflexiona.
A veces la cuestión de los precios puede ser compleja. Hay clientes que tratan de “regatear” y eso genera cierta tensión.
“Lo lindo es que después me escriban diciéndome que están ricas y ver cómo esos mismos que me compraron compartan mis publicaciones y recomienden. Es una gran iniciativa para mí", afirma Daira.
¿Y en algún momento le gustaría dejar la fuerza de seguridad para abocarse enteramente como emprendedora? “No sé si lo veo como para vivir, pero si puedo seguir creciendo en esto estaría buenísimo”, completa.
