En una época en que las redes sociales se convierten en catalizadoras de historias virales, un joven logró capturar la atención de una vasta audiencia luego de compartir en TikTok su experiencia en una cita desafortunada , acumulando más de 400.000 visualizaciones y obteniendo 41.000 “me gusta”.
Desde el inicio, el protagonista de esta historia señaló que su actuación durante la cita fue “paupérrima, un desastre”, preparando así a los espectadores para una sucesión de acontecimientos insólitos. Uno de los errores destacados por el joven fue su elección de vestimenta, optando por llevar malla en un día que las temperaturas eran muy elevadas, una decisión que incluso él reconoció como inapropiada para la ocasión.
Como segundo punto explicó que se organizó mal con el tiempo y terminó llegando una hora tarde. No solo se demoró para salir de su casa sino que tomó el subte equivocado. Al llegar, decidió ir a un kiosco a comprar helado para llevar.
@frandnf un gusto conocerte igual are #citafallida ? sonido original - fran dnf
El problema surgió cuando llegó a la casa y no se podía enviar el mensaje para avisarle que ya estaba abajo porque no contaba con datos móviles. “Con los helados derritiéndose en mi bolsillo”, aclaró. En ese momento pensó qué podía hacer y se dirigió las dos cuadras que había realizado hasta el kiosco. “Le dije si tenía wifi para poder enviar un mensaje. Le mandé que estaba abajo, le llegó y me fui corriendo para el edificio”. Esta serie de errores logísticos marcó el tono de una noche que estaría llena de más equívocos.
La comunicación entre ambos fue otra víctima de la cita, que se vio perjudicada por la falta de aprecio del joven hacia la cena preparada por su cita. “Dejé la mitad del pollo, una vergüenza”. Esto le llamó la atención y lo calificó de tener un “paladar de niño”. Su incapacidad para apreciar el esfuerzo culinario fue solo el preámbulo de otro momento incómodo cuando, al rechazar llevarse los helados no consumidos, intentó insinuar un interés por una futura salida. “No, gracias. Los dejamos para la próxima”, algo que la otra persona no respondió ya que probablemente no iba a existir una próxima cita. “Para que no sintiera presión, agregué: ‘si hay próxima’, pero tampoco respondió”.
