La exsecretaria de Minería, Flavia Royon, quien abandonó su cargo a solicitud del presidente Javier Milei, expresó hoy su incertidumbre sobre si su partida del Gobierno nacional pudo haber sido "parte de un castigo" por el resultado de la votación de la ley Ómnibus en la Cámara de Diputados.
La salteña admitió que su salida del Gobierno "sí" puede interpretarse como "una esquirla" por el resultado negativo del proyecto de ley tras un presunto "acuerdo político" que el Gobierno había alcanzado con algunos gobernadores, entre ellos Gustavo Sáenz de Salta.
Tras la caída de la Ley Ómnibus, surgieron trascendidos acerca de un supuesto enojo del Presidente con un grupo de mandatarios, uno de ellos, el gobernador Sáenz. "Cuando empezaron los trascendidos le mandé un mensaje al ministro Caputo. Le dije que mi renuncia estaba a disposición", comentó.
El ministro, según Royon, le respondió que había "cuestiones políticas" que impedían "la continuidad en el cargo" de secretaria de Minería. Por último, la exfuncionaria indicó que "apoyaba" la aprobación de la Ley Ómnibus porque "era positiva" para la minería.
