La llegada del Julio Garro, a la subsecretaría de Deportes, tiene como objetivo impulsar las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD), una gestión clave para el futuro de Mauricio Macri en la FIFA.
Según informó La Política Online, el exintendente está en conversaciones para sumarse en la secretaría de Turismo, Deportes y Ambiente de Daniel Scioli.
Antes de dejar el gobierno de la capital provincial y ya con la elección local perdida ante Julio Alak, Garro no dudó en salir a respaldar a Andrés Ibarra, el candidato de Macri en la feroz pelea contra Juan Román Riquelme. "Estoy trabajando para Ibarra y para Macri. Estamos con los padrones", dijo por esos días.
El ex intendente ya adelantó que le entusiasma la idea de integrar Deportes. "Sería un desafío hermoso, sobre todo para poder ayudar a los clubes y empujar al deporte", dijo de acuerdo a lo publicado por LPO.
Macri tiene una misión muy específica para Garro: debe lograr que los clubes puedan transformarse en SAD. El tema es una obsesión del ex mandatario, su carta para proyectarse en la FIFA y lograr ser el presidente de la máxima entidad del fútbol a nivel mundial.
El ex presidente está decidido a lograr que Argentina entre al mundo das cuestionadas Sociedades Anónimas Deportivas, que es como funcionan los clubes en los países más poderosos.
Según informaron desde el medio, Mauricio Macri quiere hacer una prueba piloto con Talleres. El presidente del club de Córdoba, Andrés Fassi, es amigo del ex presidente y fue el único que se le plantó a 'Chiqui' Tapia a fines de noviembre en la convocatoria de AFA para rechazar las Sads.
Pero el club de Córdoba incluso fue más allá y fue el único en felicitar al presidente electo en sus perfiles oficiales en la mañana siguiente al ballotage.
La arriesgada jugada fue elogiada por Macri que ve en Fassi, no solo la llave para seguir instalando el debate por las Sads, sino también la posibilidad de avanzar con fuerza por AFA.
Fassi, tiene además vínculos aceitados con Carlos Slim, el empresario mexicano que ejerce sobre los clubes una influencia muy superior a la que cualquier empresario pueda tener sobre los clubes argentinos.
