Chiara y Pablo tienen 21 años, son de La Plata, y lograron reinventarse después de un cierre de 2023 muy difícil. Y es que al joven, producto de la crisis económica, lo echaron de la vidriería donde trabajaba.
“El 22 de diciembre le comentan en su trabajo que debido a la crisis del país no podían seguir dándole trabajo, y ahí fue cuando le dieron la noticia de que estaba despedido. Él estaba viviendo con sus abuelos en ese entonces, y yo con nuestro hijo en casa de mis padres”, recuerda Chiara en diálogo con LAPLATA1.com.
“Fue una noticia abrumadora para nosotros, ya que tenemos un nene de casi 3 años que debíamos mantener”, señala.
A partir de ahí empezaron a buscar trabajos, mandaron currículum a todos lados pero nada pasaba. Nadie devolvía el interés.
“A comienzos de enero él se vino para la casa de mis padres, con mi hijo y yo. De ahí surgió la idea de vender tortas fritas. Largamos y nos permitió ahorrar algo de dinero. Lo poco que tuvimos decidimos invertirlo para vender sándwiches de milanesa”, comenta Chiara.
El 9 de enero, aun con dudas, decidieron apostar por ese lado: “Teníamos muchas dudas de que a alguien le interesara, realmente no estábamos seguros de vender algo”.
Pero ocurrió salió de la mejor manera: “Ese mismo día, luego realizar la publicación, a los 10 minutos empezaron a llegar los mensajes de las personas. Ese mismo día vendimos alrededor de 20 sándwiches”.
Asentados con el éxito inicial, empezaron a complejizar el menú pero no se olvidan de que fue un simple sándwich de milanesa lo que motorizó todo.
“Todavía estamos con muchas más ideas. Comenzó como algo improvisado, y terminó siendo hoy en día nuestro lugar de trabajo”, reflexiona Chiara. Todos colaboran: su pareja hace el delivery y la hermana de la joven ayuda en la cocina. Ya no comen vidrio.
