Después de 16 años, Julio Alak volvió a encabezar una apertura de sesiones en La Plata.
El Intendente hizo su aparición minutos después de las 10 horas en un clima diferente al de los últimos años: sin banderas, sin cánticos, sin "barras".
Después de 8 años, los concejales del PRO y la UCR volvieron a escuchar el mensaje de un intendente que representa a otro espacio político.
Ya no pudo sonar el célebre cántico "En La Plata no kirchnerista, en La Plata no...", que fue el grito de guerra de los amarillos en la ciudad desde que Macri y Vidal perdieron el control de Nación y Provincia, pero Garro se imponía una y otra vez.
Desde luego tampoco estuvieron las banderas que Juntos por el Cambio desplegaba en otras aperturas. Banderas que tributaban a Ileana Cid, Dario Ganduglia o Julieta Quintero, entre otros dirigentes del PRO que exhibían su peso territorial o de militancia.
Pero ojo: tampoco el peronismo desplegó su liturgia este martes. Julio Alak retribuyó el acompañamiento de decenas de personas en las gradas pero no se entonó ningún cántico político. Tampoco había banderas ni carteles.
Dos viejos rivales volvieron a verse las caras en el Concejo Deliberante. Antes del arribo de Alak al recinto, Victoria Tolosa Paz y Javier Mor Roig mantuvieron una animada charla. Fueron protagonistas de ásperos debates hace algunos años. Dos buenos debatidores.
En el caso de Mor Moig pega la vuelta al Concejo Deliberante luego de su paso por la Autoridad del Agua. Ariel Archanco, otro antiguo rival de Mor Roig, también aprovechó para conversar con él.
El rol de Mor Roig puede ser importante. Formará parte del bloque de la UCR. Dato no menor: hubo aplausos de los concejales radicales a distintos pasajes del discurso de Alak. Sobre todo cuando el Intendente habló de la importancia de defender el Banco Nación, YPF, el Astillero Rio Santiago y las políticas de Derechos Humanos. Desde las bancas del PRO no hubo aplausos a esas definiciones.
En ese bloque radical también está la concejala Melany Horomadiuk, del espacio de Daniel Lipovetzki, otro que también estuvo en la primera fila escuchando el discurso. Incluso Alak lo mencionó a la pasada cuando se refería a las obras en el Acueducto Norte. Un guiño simbólico.
