La crisis económica y la fuerte disparada de los precios de los combustibles han provocado una drástica caída en el consumo de nafta premium en el país.
Según datos de la Secretaría de Energía de la Nación, en enero pasado se despacharon 190.719 m3 de nafta premium, lo que representó una disminución del 23% en comparación con el mismo mes del año anterior.
El aumento desmedido en el precio de la nafta premium ha llevado a muchos automovilistas a optar por el combustible súper, a pesar de que no está recomendado para motores muy comprimidos.
En noviembre pasado, el litro de nafta premium costaba $395, mientras que en enero ya alcanzaba los $862. Este incremento del 118% ha tenido un impacto inmediato en los niveles de consumo y en la facturación de las estaciones de servicio, que ahora ven cómo la nafta premium se acerca a los mil pesos por litro.
Las estaciones de servicio también han experimentado una disminución en las ventas, rondando el 20% después del aumento en el precio del combustible. A pesar de la baja en el consumo de nafta premium, la migración hacia la nafta súper se ha mantenido estable, sin registrar cambios significativos en las ventas en enero en comparación con el año anterior.
La caída en el consumo de nafta premium ha sido tan pronunciada que la cantidad de combustible vendido fue inferior incluso a la registrada hace cinco años, cuando el parque automotor en Argentina era menor. A pesar de la situación, las estaciones de servicio han logrado mantener su ecuación comercial a flote gracias a la suba en el precio del combustible.
