El episodio tuvo lugar en la zona de 520 entre 140 y 141, siendo protagonizado por tres delincuentes que se llevaron “40.000 pesos y dos televisores”.
El brutal ataque padecido por su abuela durante el asalto despertó la lógica bronca e indignación. Según relató, los delincuentes golpearon a la mujer de 85 años durante tres horas, dejándola llena de moretones en la cara, manos y piernas. Además, sufrió un pico de presión arterial que requirió la intervención de una ambulancia del SAME.
Un vocero policial encargado de la investigación del caso aseguró que los delincuentes no solo golpearon a la mujer, sino que también la asfixiaron con una almohada y la ataron con su propio corpiño. Durante el asalto, los criminales le exigían dinero a la víctima, quien les aseguraba no tenerlo, lo que provocó que le dieran vuelta la casa en busca de dinero.
El nieto de la mujer, visiblemente afectado por el episodio, declaró que su abuela sigue en estado de shock y que el asalto ocurrió en un momento en que ella estaba sola en su hogar. Los delincuentes ingresaron a la vivienda rompiendo una ventana en la cocina y, según el nieto, habrían pensado que la mujer guardaría dinero en su casa, a pesar de vivir con una jubilación mínima.
El impacto del asalto fue evidente en el interior de la casa, donde los delincuentes dejaron un rastro de destrucción. El nieto describió la escena como si hubiese pasado un tornado, con cosas revueltas y tiradas por el piso en todos los ambientes. A pesar de la violencia sufrida por la mujer, el nieto agradece tenerla viva y lamenta la situación que tuvo que atravesar.
