Pablo De Blasis, indiscutiblemente, es uno de los referentes del plantel de Gimnasia. En su condición de tal, se paró frente a los cámaras y micrófonos una vez terminado el encuentro con Banfield, y cuando aún no se había anunciado la salida del DT, se encargó de reconocer el trabajo del santafesino y a la vez de admitir que todas las partes estaban fallando en este momento adverso.
“Nos salvó en un momento difícil, con un problema personal importante que él tiene que contar. Todos tenemos que ser autocríticos”, reconoció, en primer lugar, trasladando la responsabilidad hacia todos los protagonistas, no solamente Madelón. Sería un anticipo de lo que después dirían el propio entrenador y el presidente Mariano Cowen, en la conferencia de prensa conjunta que brindaron.
"No hay que caer ni en uno, es todo el grupo entero: desde el presidente hasta el último empleado porque hay cosas que pasan fuera de la cancha que hace que un grupo se relaje o deje de lado cuando gana y mantener eso”, agregó en ese sentido. Además, entendió el malestar de la gente al señalar que “es lógico" el reclamo y advirtió: "si yo estaría afuera viendo me enojaría mucho también, con los cambios de juego del equipo".
“El partido fue un reflejo del equipo que somos, con dos caras y no tenemos regularidad. De un extremo al otro: de dar nuestra mejor versión a una que no es tan buena y cuando es así, te debilitas mucho y le das vida al rival”, analizó sobre ese aspecto. Por ello, de cara al futuro, afirmó que hay que “tener la mentalidad de luchar y no conformarse con poco" y que "esa autocrítica que no hace falta esconderla y mirar para adelante con las cosas buenas".
